El bipartito anunció ayer que ha descartado presentar un presupuesto para 2015 por lo cual mantendrán la situación de interinidad que abrió en 2013 cuando, estando ya en minoría (con 9 concejales de 25), decidió prorrogar los presupuestos de 2012, el único año de esta legislatura en el que han sido aprobados aunque después de verse sometidos a una cuestión de confianza que perdieron. En definitiva, lo que el lunes adelantaba a los periodistas la edil popular Mónica Lorente, fue ayer confirmado por el alcalde accidental, Antonio Zapata (PSOE) en la rueda de prensa que siguió a la junta de gobierno local.
El socialista fue muy claro al asegurar que los presupuestos de 2015 serán aprobados por el equipo de gobierno que salga de las urnas tras las próximas municipales, en mayo de 2015. Por lo tanto, Orihuela comenzará el año sin una hoja de ruta presupuestaria que establezca proyectos y mejoras o explique de dónde procederán los ingresos del Ayuntamiento y así concejalía por concejalía. Después del anuncio de Zapata, y a expensas de lo que supone la entrada de un nuevo equipo de gobierno, no es difícil aventurar que Orihuela llegará al otoño de 2015 sin unos presupuestos que, teóricamente, deberían estar aprobados a fecha del próximo 1 de enero.
Zapata justificó esta decisión aludiendo a que «cuando nosotros llegamos, en junio de 2011, nos encontramos con unos presupuestos que no nos gustaban en absoluto por lo que en este 2015, al ser año electoral, entendemos que debe ser la nueva Corporación la que se haga cargo de su elaboración, redacción y aprobación». Para el socialista, el hecho de que los presupuestos se tengan que aprobar con más de medio año vencido no es extraño. «Se trata de una situación que se hace en otras poblaciones sin problema, como es el caso de Torrevieja, que acaba de aprobar sus presupuestos para 2014 hace muy poco en un pleno extraordinario convocado en septiembre», aunque el edil no hizo referencia a las críticas de su propio partido al alcalde Eduardo Dolón por este motivo.
Respuesta
Con esta declaración Antonio Zapata dio por buena las críticas de Mónica Lorente, quien, como recogió ayer este diario, aseguraba que el Ayuntamiento había remitido una estimación de gasto para 2015 a Hacienda donde se incrementaban en un 7% mientras que los ingresos caían un 5% y denunciaba facturas pendientes de pago por más de cinco millones de euros, «muchas en el cajón». Ahora bien, nadie sabe de dónde saldrán esos ingresos y gastos de más cuando no se prevé aprobar presupuestos ni marcar directrices para su consecución pero que se «consumirán» por este equipo de gobierno.
Y Zapata, en respuestas a estas acusaciones sobre impagos, aseguró que «es ella (Lorente) la que tiene el interés por Orihuela en un cajón» y negó que existan tantas facturas por aprobar. Sin embargo, reconoció que «hay en torno a los 6 millones de facturas sin pagar, pero eso no quiere decir que estén en el cajón, pues esto querría decir que no se han fiscalizado ni reconocido por el departamento oportuno. Y esto no es así. Hasta la fecha, el interventor ha firmado pagos por 10 millones de euros, y solo quedan seis millones por pagar», matizó Zapata, quien añadió que «el PP no es precisamente quién para dar lecciones sobre gestión económica pues cuando abandonaron este Ayuntamiento lo hicieron con más de 64 millones de euros en deudas». Además, pidió que el PP «se aclare con las cifras, pues una semana dicen que hay 15 millones en facturas, otras tres y a la siguiente, cinco».
