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Los regantes rechazan el agua desalada por duplicar el nivel de boro para los cítricos

El presidente de la Comunidad de Regantes califica su uso para el riego de "dudoso"

Imagen de la reunión de la firma del convenio con José Antonio Andújar en el centro LOINO

Los potenciales beneficiarios del agua de la desalinizadora de Torrevieja ya no dudan solo de si podrán pagarla, también de su calidad. El presidente de la Comunidad de Regantes Margen Derecha José Antonio Andújar aseguró ayer a INFORMACIÓN que los análisis del agua desalada de Torrevieja a los que ha tenido acceso reflejan que contiene una concentración de boro -un elemento presente en el agua del mar y muy difícil de eliminar como residuo en el proceso de desalinización- que de momento, no la hace recomendable para el riego agrícola, en especial los cítricos, que son los principales cultivos en producción para los potenciales usuarios. Ese nivel de boro dobla el que los agricultores consideran óptimo para sus cultivos.

Estas conclusiones sobre la calidad del agua deben ser refrendadas en los próximos meses por un estudio encargado a la Universidad de Murcia, según explicó Andújar, responsable de una entidad que gestiona el riego con caudales del trasvase Tajo-Segura y del Segura de más de 1.270 comuneros y 4.183 hectáreas en Guardamar, Rojales, Benijófar, los Montesinos, Almoradí, Algorfa, Torrevieja y San Miguel de Salinas.

Cuando la macroplanta desalinizadora era solo un proyecto los técnicos aseguraban que se realizaría con una tecnología que reduciría al mínimo la presencia de este residuo, presente en el agua del mar y que es muy difícil de hacer desaparecer durante la desalinización. En concreto, el proyecto contemplaba un proceso de ósmosis inversa con 12 líneas con capacidad para producir 10.000 metros cúbicos cada una al día «utilizando el tipo de membranas de alto rechazo de boro». Según indica el portavoz de los agricultores, en cantidades adecuadas el boro es uno de los micronutrientes esenciales para el desarrollo de los cultivos. El problema es que el rango entre déficit y toxicidad del boro «es muy estrecho».

Mineralización

La Sociedad Estatal de las Cuencas Mediterráneas, empresa pública que gestiona las desalinizadoras, ha salido al paso sobre las críticas a la calidad del agua de la desalinizadora y otras instalaciones similares asegurando que los análisis muestran que el agua es de alta calidad.

En cambio, los regantes aseguraron a este diario que no cuentan de primera mano con esos informes. Acuamed sostiene que los potenciales usuarios del agua desalada han tenido información puntual de los análisis desde que la planta, explotada por concesión por Acciona, comenzó a producir agua desalada del mar, en el primer trimestre de 2013. Las mismas fuentes también han respondido a las críticas del sector agrícola por definir estos aportes de las plantas desalinizadoras como «desmayaos», en el sentido de que además de contar con ese aporte de boro el agua es muy pura y no aporta los minerales de otros recursos hídricos, como las aguas del Segura o las del trasvase del Tajo. En este sentido, Acuamed explica que el agua es sometida a un proceso de remineralización una vez es desalada para que aporte al sector agrícola y al consumo humano todas las propiedades del agua estándar.

Andújar indicó además que en la última reunión del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, que agrupa a los usuarios de Almería, Murcia y Alicante, se acordó que las futuras peticiones de agua de la desalinizadora, cuando se produzca, se centralicen en esa entidad para evitar que se realicen de forma individual por parte de determinadas comunidades.

La Pedrera

Los regantes de la Margen Derecha y la Pedrera ya mostraron sus reticencias a las negociaciones que algunas comunidades de regantes habían entablado directamente con Acuamed para comprar el agua porque consideran que esas solicitudes responden a un interés «especulativo» para lograr derechos de riego en zonas en las que no existen y acceso posterior a caudales del Tajo Segura y el río Segura, sin que realmente tengan interés en el agua desalinizada. Los mismos regantes temen ser finalmente los destinatarios de ese agua al ser mezclada con la del trasvase en el pantano de La Pedrera.

Andújar quiso matizar y subrayar, sin embargo, que sería una «barbaridad» renunciar al agua de la desalinizadora en un periodo de sequía como el actual, pero a las dudas sobre la calidad del agua se suman otras sobre su coste y sobre a quiénes y dónde se va a distribuir el agua. En este sentido, se preguntó por qué son los agricultores de Murcia y Alicante, en exclusiva, los que deben pagar el coste de producción repercutido en su precio.

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