La planta desalinizadora comenzó a construirse en febrero de 2007 e inició su fase de producción en pruebas en el primer trimestre de 2013. Tiene capacidad para distribuir anualmente 40 hectómetros de agua para el riego y otros tantos para el consumo urbano, pero en estos momentos no cuenta ni con un cliente confirmado aunque la concesionaria de la planta, la gestora estatal de las desalinizadoras Acuamed y la Confederación Hidrográfica del Segura, mantienen negociaciones desde hace meses para lograr que esa demanda se sustancie. Mientras tanto la planta, que costó 215 millones, más 80 por la concesión de la explotación, funciona bajo mínimos. La única repercusión que ha tenido en Torrevieja son las inversiones que el Estado ha realizado en los proyectos de restitución territorial con la reurbanización de un barrio afectado por su construcción en los que ya se han invertido 6 millones de euros y se van a invertir otros 6. D. P .
