El Ayuntamiento de Orihuela se quedó la semana pasada sin servicio postal ordinario después de que Correos decidiera dejar de trabajar con un cliente que no le paga, según confirmó INFORMACIÓN en fuentes municipales. Desde entonces, aquellos envíos que eran precisos y urgentes se han contratado a través de empresas de mensajerías mientras se encontraba solución a un problema que no parece que sea fácil de resolver porque su origen está en los reparos que el nuevo interventor, Fernando Urruticoechea, está poniendo a estas facturas desde hace meses. El problema no reside tanto en que no haya dinero como en el hecho de que nadie se atreva a firmar un pago pendiente con el rechazo del técnico.
El pasado mes de julio esta edición ya publicó cómo las nuevas directrices del área económica, mucho más sensibles a cómo se gasta cada céntimo del presupuesto, iban a obligar al equipo de gobierno (PSOE y Los Verdes) a un duro trance. De hecho, el alcalde Monserrate Guillén ha tenido que firmar nóminas hasta su baja con los reparos del técnico y pese a haber criticado durante años y hasta su llegada al cargo esta legislatura un modelo de pagos, el de los reparos, al que tan habituado estaba el PP la pasada legislatura y al que tuvo que recurrir para que todos los funcionarios cobraran. La consecuencia de estos cambios es que desde la llegada de Urruticoechea los pagos de la Administración oriolana se están ralentizando. Lo que ha pasado en Correos no es más que otro ejemplo de facturas a las que se está poniendo trabas porque el Ayuntamiento se ha gestionado desde siempre sin que existieran en algunas áreas claves partidas precisas del gasto (telefonía, luz, correos,...). Lo sufrido por las asociaciones festeras y vecinales durante los últimos meses, con problemas para cobrar por fiestas que ya se estaban o, incluso, se habían celebrado, sería otro ejemplo.
¿Qué ha pasado con Correos? pues que a diferencia de lo que ha ocurrido con otros pagos, como los ya comentados de la nómina, nadie del equipo de gobierno se ha atrevido ahora a autorizarlos por el reparo; y, entre otros motivos, porque el técnico apercibe en sus informes de que se podría estar incurriendo en un delito, algo que no deja de ser una fórmula habitual en estos documentos: el que firma asume la responsabilidad porque el interventor no está de acuerdo.
En cualquier caso, Orihuela está sin servicio postal y ayer se intentaba pagar algunas facturas atrasadas para salir de esta curiosa situación, aunque nadie del bipartito quiso confirmar la cifra que se adeuda.
Y una cosa es curiosa en este asunto si se compara con otros. El Ayuntamiento de Orihuela ha necesitado estar cuatro años sin que le pague la empresa que cobra la ORA cuatro años ORA en las calles o siete años la adjudicataria de los chiringuitos siete años chiringuitos para exigirle con rescindir; en cambio, Correos no ha tenido tantos miramientos con un deudor, aunque se trate del segundo municipio más grande en la comarca y literalmente le ha cortado el grifo.
Algunas fuentes relacionaron lo que ha pasado con Correos con los recortes de la empresa postal en el servicio del litoral que denunciaron asociaciones de vecinos y el Partido de la Costa.servicio litoral Así se podría entender cómo el equipo de gobierno apenas ha tenido fuerza para lograr que el operador cambie de postura cuando era incapaz de pagarle.
