La Audiencia de Alicante ha desestimado el recurso de los padres de la joven escocesa fallecida en 2017 al caer de un décimo piso en Benidorm y ha confirmado el archivo del caso decretado en septiembre del pasado año por el juzgado instructor al entender que el fallecimiento fue «accidental» a causa de la afectación alcohólica de la víctima, la misma tesis que ha respaldado el tribunal de la Sección Segunda. Los cinco británicos investigados en la causa, defendidos por el abogado Roberto Sánchez Martínez, quedan exculpados de forma definitiva al no caber más recursos por la vía penal.
La escocesa Kirsty Maxwell falleció a los 25 años durante un viaje a Benidorm con una veintena de amigas para celebrar la despedida de soltera de una de ellas y saltó al vacío desde un apartamento ocupado por cinco hombres, a los que no conocía y donde entró por error.
Según se recoge en el auto de la Audiencia que confirma el archivo del caso, la joven estaba durmiendo en un apartamento de la novena planta tras haber estado de fiesta y haber ingerido una decena de consumiciones alcohólicas. Sobre las siete de la mañana del 29 de abril de 2017 se despertó y subió al piso décimo, donde estaban alojadas otras amigas. Sin embargo, al estar afectada por el alcohol acabó entrando «de forma voluntaria» y por error en otro apartamento donde estaban alojados los cinco británicos ahora exculpados. El informe policial señalaba que una vez dentro del apartamento la joven pudo asustarse por la presencia de los cinco varones, culturistas y deportistas, y como estaban en el pasillo solo tenía como vía de escape el balcón. Saltó a la piscina pero no la alcanzó y murió por el impacto tras caer de la décima planta.
Restos de cocaína
La Audiencia señala que a pesar de que se encontró cocaína en el baño del apartamento de los investigados y huellas de la víctima en el marco interior de las hojas de una cristalera, no existen «serios indicios de criminalidad» contra los investigados.
Señala el tribunal que más allá de las tesis discrepantes de «quienes, en lógico, legítimo y respetuoso interés de quienes han perdido a una hija joven en extrañas circunstancias», solo se puede concluir que «la mecánica de los hechos fue accidental». Añade la resolución que «resulta muy doloroso» el fallecimiento en plenitud de la vida de una joven de 25 años que había acudido a Benidorm con veinte amigas, «pero nos hallamos en la vía penal, que no se guía por un resultado tal como el fatal desenlace de la joven, puesto que nuestro sistema penal no es un sistema objetivo o de resultado, sino que precisa de otros elementos que permitan continuar la causa».
El cambio de versión de uno de los implicados no puede traducirse, a juicio de la Audiencia, en «serio indicio de criminalidad». Asimismo, los restos de ADN masculino hallados en las ropas de la víctima eran «inapreciables» e insuficientes para llegar a una conclusión consistente, según el tribunal.
También considera la Audiencia insuficiente el testimonio de un inspector de Policía que dijo que la conducta de la víctima es equiparable a quien salta al vacío del interior de un edificio en llamas por temor. «No se trata más que de un testimonio, respetable, pero basado únicamente en la extrañeza del por qué la víctima, que acabó en el apartamento de unos varones a quienes no conocía de antes, finalmente saltó por la terraza».
