La Guardia Civil considera que hubo ensañamiento en la muerte por violencia machista registrada el fin de semana pasado en Planes. Este es uno de los elementos que han sido valorados por la juez a la hora de calificar los hechos como asesinato y decretar el ingreso en prisión sin fianza del compañero sentimental de la fallecida. La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Alcoy, donde ayer compareció el detenido, también le ha prohibido cautelarmente acercarse o comunicarse con el hijo de tres meses de ambos, cuya custodia ha sido otorgada de forma provisional a la familia materna, según informó ayer el Tribunal Superior de Justicia.

La Guardia Civil puso ayer a disposición judicial al detenido de 34 años por matar a su compañera sentimental de 29 el pasado fin de semana en una casa de campo situada en las afueras del municipio de Planes. El hombre llegó al Palacio de Justicia entre fuertes medidas de seguridad, toda vez que la calle permanecía cortada desde primera hora de la mañana, y el acceso a los garajes acordonado y custodiado por agentes tanto de la Benemérita como de la Policía Nacional para impedir el paso de curiosos.

El coche en el que fue trasladado apareció custodiado por sendos vehículos de la Policía Local y la propia Guardia Civil, antes de que se introdujera directamente en la cochera. El detenido viajaba en la parte trasera y permaneció agachado y con la cara oculta con la capucha de una sudadera. Todo ello transcurrió mientras una vecina le increpaba desde el balcón de una casa.

El detenido permaneció durante cuatro horas en las dependencias judiciales, antes de que la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 decretase su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza por un delito de asesinato.

Según ha podido saber este diario, la detención se produjo inicialmente por homicidio, aunque la búsqueda de pruebas e indicios por parte de la Guardia Civil ha propiciado que finalmente la autoridad judicial elevase la calificación a asesinato.

La jueza, en este sentido, puede haber tenido en cuenta cuestiones como la alevosía, porque después de los golpes recibidos por la mujer en la cabeza estaría inconsciente, siendo ahí cuando pudo haberle realizado el corte en el cuello. También el ensañamiento por la cantidad de golpes, innecesarios para lograr el fin último, que era la muerte.

En caso de confirmarse todos estos extremos, fuentes consultadas por este diario han señalado que la pena podría elevarse a 25 años de prisión en el momento en que se celebre el juicio.

El sospechoso, que se acogió a su derecho a no declarar ante la Guardia Civil, ayer sí lo hizo ante la juez pero negó haber sido el autor del crimen. Aún así, la causa se instruye por un delito de asesinato imputado al ahora encarcelado. La magistrada, que tiene competencias en violencia sobre la mujer, ha levantado también el secreto de sumario que pesaba sobre las diligencias.

Del mismo modo, ha acordado como medida cautelar la prohibición de que el investigado pueda acercarse o comunicarse con el hijo de tres meses que tenía con la fallecida, un bebé cuya custodia ha sido concedida de forma provisional a la familia materna.

El juzgado, por otro lado, no tiene constancia de la existencia de denuncias previas por malos tratos de la víctima contra el presunto asesino. Sí que las interpuso contra parejas anteriores.