Un preso preventivo que está recluido en la cárcel de Fontcalent compareció ayer ante el magistrado de Alicante que investiga la muerte a puñaladas de un jubilado de 69 años a manos presuntamente de la conocida como «viuda negra» y del cuidador de ella para asegurar que el acusado, con el que compartió celda en el centro penitenciario, le confesó que cometió el crimen y cómo lo llevó a cabo.

El interno, cuya declaración se suspendió recientemente a causa de la huelga de los funcionarios de prisiones, fue trasladado ayer por la mañana al juzgado de Instrucción número 5 de Alicante y ofreció una serie de explicaciones sobre sus conversaciones con Paco, el cuidador de Conchi, en la celda que compartían en Fontcalent y que no tienen nada que ver con el relato de los hechos dado por el cuidador y cuñado de la «viuda negra» de Alicante.

Los dos investigados como presuntos autores del asesinato afirmaron en su comparecencia reciente en sede judicial que ellos no cometieron el crimen, que pudo ser un hijo de la víctima y que estaban auxiliando a José Luis después de haber sido apuñalado.

Ahora, al testimonio aportado por la policía nacional fuera de servicio que sorprendió a la pareja en el momento de la agresión, se suma la declaración prestada ayer por un preso que compartió celda con Paco en Fontcalent y que aseguró ante el magistrado que investiga los hechos que el cuidador le confesó que fue el autor del crimen y que le mató porque le engañó con un encargo de cocaína que le hizo.

Venganza

Según el relato de este preso, Paco presuntamente le dijo que quiso vengarse porque la víctima le entregó un medicamento machacado como si se tratara de cocaína y lo esnifó pensando que era la droga que le había encargado.

En su comparecencia explicó asimismo que llamó al abogado defensor de Paco, con el que mantuvo una entrevista en los locutorios de la prisión de Fontcalent, y que le dijo dónde ocultó Paco el arma homicida usada para matar a José Luis. Hasta tres escondites diferentes junto al lugar del crimen parece que llegó a relatar, aunque fuentes cercanas al caso han restado credibilidad a las afirmaciones sobre el arma homicida, porque en caso de ser cierto lo normal es que se hubiera alertado al juzgado, a la Policía, a la Fiscalía o a la acusación particular, pero nunca a la defensa del acusado.

Además del informe pericial que debe ser elaborado por dos forenses sobre la acusada de matar a su marido dos semanas después de casarse con él, el juzgado está pendiente también de recibir un estudio sobre las herramientas encontradas por la Policía Nacional en la furgoneta del presunto autor material del asesinato de José Luis. Tras las detenciones la Policía inspeccionó dicho vehículo y localizó un pequeño punzón que pudo ser usado en la agresión porque tenía restos de sangre.