El acusado de matar a su mujer de once puñaladas en la vivienda de ambos en Benidorm ha asegurado esta mañana que no recuerda nada de aquel día, ni si él fue quien acabó con la vida de su esposa. Un jurado popular enjuicia desde esta mañana en la Audiencua Provincial este crimen de violencia machista ocurrido en abril de 2016. Las acusaciones sostienen que el hombre la acuchilló hasta acabar con su vida, depositó el cadáver en la cama, donde se tumbó junto a ella y después trató de suicidarse cortándose en el cuello. La hija de 16 años de la mujer fue la que encontró a ambos en el dormitorio cuando llegó del colegio. La lesión del cuchillo en el cuello le ha causado problemas de movilidad y desde entonces va en silla de ruedas. El hombre ha admitido que había una mala relación familiar, pero no ha admitido en ningún momento ser el autor de las cuchilladas. Incluso en su declaración, dejó deslizar que pudo ser ella quien le causó la lesión del cuello.

El acusado ha asegurado que empezaron a discutir esa mañana y que, de repente, notó un pinchazo en el cuello y se desplomó. Más tarde se despertó en la cama sin poder moverse y empezó a pedir ayuda, según ha declarado. El hombre dijo que la noche anterior había estado de copas y se acostó tarde. Según su versión, la relación con su mujer pasaba muy malos momentos y ya ni siquiera dormían juntos. Esa noche, al saber que no tenía que trabajar al día siguiente, se fue a cenar con su ex esposa y después por la zona guiri de Benidorm porque no quería ir a casa. Por la mañana, la mujer le despertó recriminándole por qué había llegado tan tarde por la noche y él se fue a la nevera a coger cerveza a bebérsela en el porche. Al beberse la tercera, comenzó una discusión cuando, según su versión, le dijo a su mujer que iba a pedir el divorcio. En su día. el procesado manifestó al personal médico y a los policías que le atendieron en la vivienda que había matado a su mujer y que después había intentado suicidarse. En posteriores declaraciones, el acusado ha negado estas manifestaciones.

Tanto la Fiscalía como la acusación particular que ejerce la hija de la fallecida, reclaman 24 años de cárcel por un delito de asesinato. Las acusaciones consideran que el procesado tenía premeditado el crimen y que esperó a que los dos se quedaran a solas en la vivienda para poder matarla. La fiscal ha asegurado que el hombre la acorraló en el dormitorio y la asestó once puñaladas, todas ellas dirigidas a zonas vitales. Por su parte, la defensa considera que no ha quedado acreditado que el acusado fuera el autor del crimen y que, en todo caso, los hechos serían constitutivos de un homicidio.

El juicio continuará mañana con las declaraciones de los testigos, entre los cuales está la hija de la fallecida.