El acusado de abusos sexuales y corrupción de menores que ya estuvo en prisión 19 años por ocho delitos de violación se declaró ayer culpable en la Audiencia y aceptó ser condenado a penas que suman 18 años de prisión con un límite máximo de cumplimiento de 15 años. El procesado, que en 1997 ya fue condenado a 96 años de prisión, estaba de nuevo en prisión desde que fue detenido por la Policía Nacional en marzo de 2016 y su abogado defensor, Vicente Pérez Benito, alcanzó ayer en el juicio un acuerdo de conformidad por el que la Fiscalía rebajó de 24 a 18 años de prisión su petición de condena.

El procesado se declaró culpable de delitos de abusos sexuales, inducción a la prostitución y corrupción de menores. Las víctimas fueron cinco menores de entre 6 y 16 años -consumó los abusos con dos presuntamente- y algunos de ellos ratificaron ayer por videoconferencia la declaración prestada en su día.

Los hechos admitidos ayer por el septuagenario procesado, se produjeron entre el verano de 2015 y marzo de 2016. Una las víctimas del acusado fue un menor de 15 años que padece un retraso madurativo y tiene una discapacidad del 50%. El procesado reconoció con abusó sexualmente de este menor en su casa en más de una veintena de ocasiones y a cambio le dio regalos como teléfonos móviles, una tostadora, una estufa y un cargador de móvil, así como pequeñas cantidades de dinero, entre cinco y veinte euros. Asimismo, también le hizo fotografías de contenido sexual que luego fueron intervenidas por la Policía en el momento de su detención, según los hechos recogidos por la Fiscalía en su escrito de acusación y admitidos ayer en la vista oral por el acusado.

Regalos

Otra víctima del pederasta fue un menor de 12 años que conoció en un parque de Alicante y tras hacerle varios regalos se ganó su confianza, mantuvieron conversaciones a través de Whatsapp y le invitó a su casa con la excusa de que iba a tener relaciones sexuales con unas chicas que eran vecinas del acusado. Llegó a enviarle fotos de unas chicas en bikini diciéndole que eran las jóvenes con las que podría tener sexo menor y logró que el menor acudiera por las tardes a su casa tras salir del colegio. En una de estas visitas, fechada en enero de 2016, le realizó tocamientos al menor mientras estaba viendo la televisión.

La tercera víctima fue un menor de 14 años al que no llegó a convencerle de tener relaciones sexuales, ni siquiera ofreciéndole un teléfono móvil como regalo. Por el contrario, sí se intercambiaron fotografías de contenido pedófilo.

Este intercambio de imágenes de contenido sexual a través de Whatsapp se repitió con otro menor de 16 años, a quien le propuso mantener relaciones sexuales y llegó a ofrecerle 60 euros para que se desplazara Alicante desde un municipio de la provincia.

La quinta víctima del pedófilo reincidente es un niño de 6 años hijo de la pareja de un hombre al que conoció en una prisión. El acusado admitió ayer en el juicio que le hizo fotos de contenido pedófilo.