La Fiscalía pide 14 años de prisión para el acusado de matar al hombre cuyo cadáver apareció descuartizado oculto en el interior de maletas en las lagunas de Rabasa en julio de 2015, según el escrito de acusación al que ha tenido acceso este diario. Asimismo se reclaman penas de dos años y medio de cárcel para la madre y para la novia del acusado y otros dos amigos de éste como presuntos encubridores del crimen. Por su parte, la acusación particular reclama 25 años de cárcel para el procesado y penas dos años y ocho meses para los supuestos encubridores.

Según se relata en ambos escritos de acusación, los hechos ocurrieron el 25 de abril de 2015 tras una discusión entre el presunto homicida y la víctima. Este último recibió varios golpes en la cabeza con un instrumento contundente que no ha podido ser encontrado. La agresión produjo la destrucción de centros vitales encefálicos que causaron la muerte. El hombre había hecho un viaje a Alicante desde Alemania para ver a la madre del acusado, con quien había tenido una relación sentimental, y tenía previsto regresar el 27 de abril, viaje que nunca llegó a realizar.

Las acusaciones sostienen que los dos amigos del acusado imputados en la causa le ayudaron a desmembrar el cuerpo para meterlo en dos maletas, que arrojaron a las lagunas de Rabasa. La fiscal considera que la novia del acusado fue la encargada de comprar las maletas; mientras que la madre habría ayudado junto al resto a limpiar el domicilio para hacer desaparecer los vestigios, según los escritos de acusación.

Tres meses después, el 10 de julio, unos niños que estaban nadando en las lagunas encontraron las maletas con los restos mortales. Comenzó una investigación que culminó con la detención del acusado del crimen en abril de 2016, poco antes de que se cumpliera un año del asesinato. El sospechoso lleva en prisión preventiva desde entonces.

Fiscal y acusación hacen un relato idéntico de los hechos, aunque discrepan en las penas a imponer. La fiscal considera que la muerte de la víctima fue un homicidio, por lo que pide catorce años de cárcel. Por su parte, desde la acusación se considera que los hechos son un asesinato, porque los golpes se produjeron por la espalda, sin que la víctima pudiera defenderse, y cada uno de ellos tenían entidad suficiente para causar la muerte.

La causa acaba de llegar a la Audiencia Provincial donde todavía no hay fecha de juicio, aunque la competencia será de un jurado popular. Todavía tiene que resolverse una petición del abogado Javier Toledano, que lleva la defensa de los dos ciudadanos ecuatorianos, solicitando la nulidad de las escuchas telefónicas.