Los dos detenidos por el crimen de la Albufereta se encontraban en la cama en el momento en que la Policía irrumpió en el piso para registrarlo, según confirmaron a este diario fuentes próximas al caso. Los hechos ocurrieron el martes tras la muerte a golpes de una transexual que fue encontrada en el ascensor del edificio. Ambos negaron ayer en su declaración en la Comisaría haber matado a la víctima, aunque reconocieron que mantuvieron una discusión con ella dentro de la vivienda. Hoy está previsto que los dos detenidos pasen a disposición judicial donde el juez de guardia debe decidir si les envía o no a prisión.
Las primeras pesquisas tras el hallazgo del cuerpo llevaron a los investigadores a la vivienda donde se encontraban los detenidos, motivo por el que la Policía solicitó una orden de registro en el juzgado de guardia, el mismo que poco antes había procedido al levantamiento del cadáver, para buscar pistas que les condujeran al esclarecimiento del crimen. En un principio, se dio por hecho que el piso se encontraba vacío y que los presuntos agresores se habían dado a la fuga tras la paliza. Tras abrir la puerta y cuando los agentes de la Policía Científica se estaban preparando para buscar restos de sangre en el interior del inmueble, los funcionarios de Homicidios, que se pusieron a comprobar el resto de las habitaciones, se encontraron con los sospechosos en la cama, donde les detuvieron.
Aunque hasta ayer no se les tomó declaración formalmente asistidos de abogado, los dos han negado desde el primer momento haber matado a nadie. En el interrogatorio de ayer tan sólo admitieron que hubo una discusión con la víctima, una transexual de nacionalidad brasileña, sin dar ninguna aclaración sobre cuáles fueron los motivos por los que se inició la pelea, según las fuentes consultadas por este diario. Sin embargo, los investigadores sospechan que la identidad de género de la víctima no fue ajena a la agresión.
Aunque ambos han declarado por separado y estaban asistidos por abogados diferentes, ninguno ha tratado de culpar al otro de ser el autor de los golpes para tratar de exculparse. Del mismo modo, los agentes creen que ninguno de los dos era consciente de que las lesiones provocadas a la víctima eran mortales. La autopsia confirmó que la transexual falleció como consecuencia de las patadas y puñetazos que sufrió en la cabeza y el abdomen. Aunque llegó a salir por su propio pie de la vivienda, se desplomó dentro del ascensor. Los dos detenidos habían llegado de vacaciones dos días antes de que ocurrieran los hechos a una vivienda ubicada frente a la playa de la Albufera que es propiedad de un familiar. Según manifestaron a los agentes, los dos sospechosos se habían encontrado a la víctima en la calle y después se marcharon todos a casa. No obstante, la Policía tiene pendiente realizar un rastreo de las llamadas de los dos detenidos y de la víctima para confirmar el modo en que pudieron contactar. Una de las hipótesis que tiene la Policía es que los acusados pudieron llamar por teléfono para solicitar los servicios sexuales de la persona a la que después mataron a golpes.
