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CORONAVIRUS

Análisis: El gran valor de los votos en el Congreso

Estos seis debates para renovar el estado de alarma han terminado de fijar posiciones de cara al relato postcovid

Análisis: El gran valor de los votos en el Congreso

Hoy se votará el Congreso de los Diputados la sexta renovación del estado de alarma que el Gobierno de España ha ido alargando desde el decreto con el que se aprobó inicialmente a mediados de marzo. Serán más de tres meses de emergencia en el supuesto de que, como viene ratificando Pedro Sánchez, este debate de hoy se corresponda con una última y definitiva prórroga. Sesiones parlamentarias que han servido para que cada grupo empiece a jugar sus cartas en función, siempre, de los votos con los que cuenta. Esa es la clave en un parlamento en el que se necesitan ecuaciones de hasta media docena de fuerzas políticas para poder sacar adelante cualquier tipo de acuerdo. Y los socialistas, pese a todo, terminan en el mejor de los escenarios posibles a pesar de errores graves y de calado como el pacto con Bildu.

Aprobarán hoy esa prórroga recuperando el respaldo del grueso de sus socios naturales. Fuerzas de izquierdas y de corte territorial que le facilitaron en su día la investidura a la coalición entre el PSOE y Podemos. Pero, a su vez, esa geometría variable les ha llevado a sumar a Ciudadanos a la senda de esos grandes acuerdos. Así que el Gobierno, pensado en próximas votaciones, sale de esta nueva prórroga con líneas de interlocución abiertas a izquierda y derecha. Más posibilidades encima de la mesa para apuntalar la estabilidad parlamentaria además de fracturar en parte el bloque de la derecha que parecía sólido tras las elecciones pero que, tras la caída de Albert Rivera y con esta crisis de la covid-19, se ha quedado limitado al dúo dinámico conformado por Pablo Casado y el dirigente ultraderechista Santiago Abascal.

Y es que Ciudadanos, sin ninguna duda, es el otro gran protagonista de los movimientos parlamentarios. El giro que ha imprimido Inés Arrimadas a la formación se ha traducido en acuerdos con el Gobierno que «centran» al partido. Y eso ha tenido efecto dominó en parlamentos autonómicos. Como, por ejemplo, ha ocurrido con Toni Cantó en las Cortes Valencianas y su oferta casi diaria a Ximo Puig aunque eso suponga poner en el foco a sus compañeros en la Diputación y el Ayuntamiento de Alicante, instituciones en las que Ciudadanos comparte gobiernos con el PP. Movimiento de Toni Cantó en València que, a medio plazo, le podría acabar pasando factura en la provincia.

Con el PP convirtiendo sus votos en irrelevantes y con un debate cada vez más evidente entre un relato más duro u otro más moderado, la habilidad política, como es habitual, ha quedado en manos del PNV. En cualquier posición, los nacionalistas vascos sacan tajada siempre. Un escenario al que se ha sumado en esta prórroga final ERC, que vuelve a hacer política para situarse en el tablero español para las catalanas. Así que por la vía de las negociaciones en el Congreso, el lehendakari Urkullu se ha reforzado como el dirigente autonómico con mayor influencia y Cataluña juega otra vez un papel de relevancia con los republicanos a pesar de un inoperante Quim Torra. ¿Y Compromís? La estrategia de Joan Baldoví, necesaria para revitalizar la marca, no ha obligado al Gobierno a entrar para negociar sus reivindicaciones. Su voto, a día de hoy, no es determinante. Es ruido. Sigue siendo una posición demasiado débil. Hoy se volverá a oponer al estado de alarma pero Baldoví prefiere los pactos. En unos días, quizá, haya un gesto en unos días con el ingreso mínimo. El objetivo está ahora más adelante: el reparto de los presupuestos del Estado.

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