La Generalitat ya empieza a disponer un mecanismo de contrapoder en la Vega Baja, la comarca donde la izquierda más sufre y más desgaste arrastra el Consell del Botànic. A través de la Ley de Mancomunidad avalada definitivamente hace menos de un mes por el Gobierno, el Consell pretende que los distintos municipios se agrupen en mancomunidades de ámbito comarcal con el fin de prestarles servicios y que puedan percibir con prioridad subvenciones de la Diputación, como recoge la norma que la institución provincial intentó frenar sin éxito. Y lo hace por primera vez en el sur de la provincia, donde el PP sigue muy fuerte, Vox se ha hecho un hueco importante, los socialistas se muestran impotentes y Compromís sigue siendo irrelevante.
El Consejo de Ministros acordó a finales de enero retirar su recurso contra la ley valenciana de mancomunidades, tras alcanzar un acuerdo sobre dicha normativa en la Comisión Bilateral Generalitat Valenciana-Estado. El Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez resolvió las dudas y dejó solo al PP, que ya recurrió esta norma a instancias de la Diputación de Alicante, entonces liderada por César Sánchez. Los populares denunciaron que la ley usurpaba funciones de las corporaciones provinciales. Sin embargo, con el aval definitivo del Gobierno a la norma, la Generalitat ya ha iniciado los trámites para poner esta ley en práctica. Y el primer paso será la transición de la mancomunidad del Bajo Segura al ámbito comarcal con el fin de asesorar a los pequeños municipios para que puedan aprovechar de forma más eficaz los recursos que la integran.
El director general de Administración Local, Toni Such, se reunió ayer con la presidenta de la mancomunidad del Bajo Segura, Noemí Cutillas, y con el alcalde de Rafal y diputado, Manolo Pineda, para abordar las actuaciones relacionadas con las gestiones necesarias para efectuar la transición de mancomunidad de servicios generales a otra de ámbito comarcal. Además, se acordó mantener una reunión con el secretario autonómico de la conselleria de Políticas Inclusivas e Igualdad, Xavi Uceda, para abordar la asociación de estos municipios que, actualmente, prestan servicios sociales generales. Toni Such explicó ayer a este diario que esta medida supondría unificar las dos mancomunidades que existen en la Vega Baja. La del Bajo Segura integra a los municipios de Catral, Daya Vieja, San Fulgencio, Rafal, San Isidro, Benejúzar y Benferri. La Mancomunidad La Vega congrega a Algorfa, Jacarilla, Redován y San Miguel de Salinas, siendo el Ayuntamiento de Redován quien actua como cabecera de la agrupación de municipios.
Ambos persiguen la cooperación supramunicipal para la prestación de servicios sociales y la promoción de políticas de igualdad e integración social. Prestan información, orientación, asesoramiento, programas de emergencia o prestaciones sociales. Ayer Toni Such hizo hincapié en que el objetivo es unificar ambas mancomunidades y convocar una en la que se incorporen todos los municipios. En su opinión, es necesario fomentar el asociacionamiento en todas las comarcas: «Estamos reuniéndonos con las mancomunidades para que esta medida sea pronto una realidad y los municipios puedan beneficiarse y optar a más servicios en diferentes aspectos como los servicios sociales, el desarrollo de programas culturales, los residuos o la cultura». Toni Such espera que este proceso esté finalizado a lo largo de este año y «podamos trabajar en conjunto». Según el director general «la Vega Baja es una gran comarca y queremos que se beneficie de este mecanismo».
