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La estrategia de Carlos Mazón para «alicantinizar» la política autonómica

El presidente de la Diputación aprovecha su papel institucional para poner a la provincia como ejemplo de un discurso de centralidad

El presidente Carlos Mazón en el acto conmemorativo del sábado en el Palacio Provincial. jose navarro

No esconde Carlos Mazón que huye de las peleas y que busca un mensaje más transversal... Con un estilo muy renovado que deja atrás la controvertida imagen de César Sánchez, el nuevo presidente de la Diputación ha asumido una estrategia propia que lo convierte en una alternativa al relato oficial del PP en la Comunidad. Más allá de cultivar la crispación con el Consell y agitar el conflicto lingüístico contra el valenciano y el fantasma del catalanismo, Carlos Mazón abogó el pasado sábado por profundizar en valores como la convivencia y el respeto y en evitar los prejuicios existentes sobre las lenguas en la apertura del acto conmemorativo del 36 aniversario de la de la aprobación de la Llei d'us i Ensenyament del Valencià, celebrado en los jardines del Palacio Provincial. El dirigente intenta rebajar los decibelios de este conflicto a la vez que su partido, y en concreto la líder del PP en la Comunidad, Isabel Bonig, ha ido aumentando como arma electoral.

Al margen del ruido político, Mazón ha querido marcar distancias y poner límites en sus discursos para conmemorar una norma ligada a la provincia como es la Llei d´Alacant: «Yo soy hijo de esta Ley. Estudié valenciano y me encuentro muy cómodo leyendo y escuchando. En Alicante siempre hemos vivido la normalidad, salvo excepciones en los extremos. Esa es la convivencia por la que yo abogo y esa es la convivencia por la que hoy también nos conjuramos todos para que siga sin correr peligro. Esa hermandad entre valenciano y castellano», apuntó Carlos Mazón en su intervención del sábado, abogando por tratar de evitar algunos prejuicios, «que aún hoy, desgraciadamente, están vigentes». Mazón rechaza por completo cualquier imposición pero, en cualquier caso, también es partidario de la convivencia.

Ha asumido una estrategia que le sitúa en la centralidad política, frente al relato de la dirección regional del partido que ha convertido el valenciano en un asunto omnipresente. En su discurso del sábado, el máximo dirigente de la corporación provincial realizó una reflexión sobre el uso político de las lenguas. «No hay porqué considerar de un color, digamos rojo a una postura, y considerar de un color azul a otra postura. Eso es como el cuerpo humano, que tiene venas y tiene arterias, unas que tienden más al rojo y otras más al azul, pero las dos son necesarias porque les une un corazón», remarcó. «Este es el espacio de todos y aquí tenemos que venir a celebrar no solo la gloria del valenciano sino también la gloria del castellano porque tanto uno como otro son nuestro patrimonio», afirmó. La operación de Mazón busca alicantinizar la política autonómica en asuntos que en Valencia se viven de forma vehemente y con sentido emocional.

Pese a que hasta el momento sus acciones han sido diametralmente opuestas a las de César Sánchez y contrastan con la dirección regional del PP, el presidente trató ayer de restar importancia a este hecho e hizo hincapié en que «yo no tengo una estrategia propia respecto a mi partido. Solo autoricé el acto en los jardines del Palacio Provincial y al recibirles les dije que creo en la convivencia y en la ausencia de imposiciones». Mazón defendió que el valenciano «debe ser un mérito y no un requisito» y quiso posicionarse en contra «del ataque del castellano de Vicent Marzà». Respecto a los cambios en la gestión del anterior mandato, Mazón trató de cerrar filas y defender la manera de proceder de César Sánchez indicando que «él no cedió los jardines porque en ese momento había otra relación con la Generalitat respecto al valenciano. Yo también hubiese impugnado el decreto del plurilingüismo». No obstante, en la cita del sábado el anfitrión evidenció su voluntad por tratar de enterrar el conflicto lingüístico como arma de la batalla política.

En la línea de diálogo y equidistancia que se ha propuesto Mazón también ha marcado diferencias en relación a épocas pasadas con las negociaciones constantes que está manteniendo con el Consell. Además del diálogo con Ximo Puig y la voluntad por crear una comisión mixta para ordenar las relaciones entre ambas instituciones, el presidente de la corporación alicantina ya ha recibido a Rubén Martínez Dalmau, Mireia Mollà, Arcadi España y ha mantenido varias reuniones con Mónica Oltra para reordenar las políticas sociales. Así que, por lo pronto, mientras en Valencia agitan el conflicto lingüístico y cargan contra el Botànic, Mazón aboga por la paz del valenciano y llega a acuerdos con el Consell.

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