Gloria Elizo, Victoria Rosell, Irene Montero, Pablo Echenique. Podemos está desplazando a Alicante a algunas de sus primeras espadas, y a falta del secretario general, Pablo Iglesias, cuya presencia en esta provincia todavía no se descarta antes del 10 de noviembre, su interés por movilizar a su militancia es más que evidente , y más cuando tienen la amenaza directa de perder uno de sus dos diputados por la provincia en este regreso a las urnas. Ya sea por la irrupción de Íñigo Errejón y su partido Más País, coaligado con Compromís en la Comunidad Valenciana, lo que va a suponer un tránsito de votos desde la formación morada hasta la nueva plataforma de izquierdas, o ya sea por la presión de la ultraderecha de Vox, a la que Podemos dice que le arrebató el segundo diputado por 10.000 votos, lo cierto es que la formación morada va a volcar todos sus esfuerzos esta campaña en retener un escaño con muchas novias. Sin embargo, por la movilización de sus bases que consiguieron ayer, van a tener que sufrir mucho si quieren salir airosos de la cita electoral del 10-N.
La convocatoria no era la más adecuada para atraer a las masas -un viernes a las 12.30 horas en un museo del casco histórico de la ciudad-, pero eso no quita para que cifra de asistentes al encuentro con la militancia del secretario de Acción de Gobierno de Podemos, Pablo Echenique se redujera a 53 personas... más los cinco representantes de Unidas Podemos que intervinieron en el salón del actos de Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA).
En el argumentario, de salida, menos de 24 horas después de la exhumación de Franco, estaba claro que este iba a ser el tema recurrente de Echenique, como lo fue de Irene Montero hace unos días. Tras un bucólico «el amanecer de hoy en España es más bonito sin que haya un mausoleo homenaje al dictador genocida», el diputado morado por Zaragoza cargó contra el PSOE, al que acusó de realizar el pasado jueves «un acto electoral, su principal acto de campaña que se podía haber hecho de otra manera», afirmó.
La «momia» del dictador
En cuestión de segundos se pasó de «la momia de Franco», como lo calificó la número dos de la candidatura, María Teresa Pérez (cuyo puesto es el que está en discordia este 10-N), a la alerta por las «señales evidentes de desaceleración económica», como advirtió Echenique. Con los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) asegurando que el pasado verano «ha sido el peor en términos de empleo desde 2012», el representante de Podemos denunció las «señales que emite el PSOE» para «luchar contra la recesión», como son «mantener la flexibilidad de la reforma laboral del PP». A esta receta económica a la que se opone Podemos, se unió la crítica que el número uno al Congreso, Txema Guijarro, lanzó sobre la «ausencia del Estado en Alicante» y las «prácticas mafiosas que tanto han prodigado en estas tierras», zanjó el diputado.
Més Compromís intenta sumar apoyo en la capital
A la misma hora y a unos metros de distancia del MACA, Més Compromís convocó ayer un acto para reivindicar el desbloqueo del Parque Central. El portavoz municipal Natxo Bellido y el candidato al Congreso, Ignasi Candela trasladaron, tanto a Alicante como a Madrid, que los vecinos de este barrio «debe vivir un poco mejor». Críticas para el PP y el PSOE, con un Ministerio de Fomento que «se se asemeja al Misterio de Fátima porque no sabemos los plazos reales de las obras».
