Con las máquinas engrasadas para una nueva campaña electoral, los partidos políticos aprovecharon la celebración del Día de la Comunidad Valenciana para focalizar sus esfuerzos en tratar de evidenciar que pondrán solución al problema de la financiación autonómica. PP y PSOE compitieron por dar a conocer sus respectivos compromisos de abordar la reforma del modelo a lo largo de la próxima legislatura y no tratarlo como un asunto menor aunque sin concreción. Sus estrategias se basaron en mostrarse como la única alternativa real para abordar este procedimiento tras la exigencia que hizo Ximo Puig sobre la necesidad de un nuevo sistema que acabe con la discriminación.
Los partidos ya han tomado posiciones ante la cita con las urnas el próximo día 10 de noviembre y ayer demostraron que se miran de reojo. Así lo pusieron de manifiesto el ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, y el presidente del PP, Pablo Casado, quienes buscaron la trascendencia mediática para hacer campaña en la cita más solemne de la agenda política valenciana. El ministro y secretario de Organización del PSOE quiso defenderse de la presión de Puig y aseguró que al Gobierno «ya le gustaría tener plenitud de funciones» para tratar este problema, reiterando que se llevará a cabo en los próximos cuatro años. En referencia a las propuestas de desbloqueo de la derecha y a las críticas que lanzó Puig en su discurso, Ábalos criticó que «los que han bloqueado ahora hablen de desbloqueo» y tildó este planteamiento como «una bandera tardía» que evidencia «una falta de conciencia sobre los propios actos, y sobre todo una falta de proyecto absoluto».
Por su parte, el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, reprochó a Ximo Puig que criticara a las comunidades autónomas que aplican «dumping fiscal», y le animó a bajar los impuestos en la Comunidad. También le afeó que Puig calificara de insolidaria y antipatriótica la actitud de las comunidades autónomas del Partido Popular que han decidido bajar impuestos. Según añadió Casado, en las comunidades autónomas en las que se han bajado impuestos por parte del PP «se ha creado empleo y se ha generado inversión». Al igual que hizo Ábalos, Pablo Casado también se comprometió a aprobar un nuevo modelo de financiación autonómica si es presidente del Gobierno tras las próximas elecciones generales, con el objetivo de que la Comunidad pueda recibir «esos más de 1.000 millones de euros ya recaudados y pagados por los valencianos que, sin embargo, se ha decidido por parte del actual gobierno socialista no entregarse en las entregas a cuenta». Tiempo de rebajas. Ábalos y Casado realizaron estas declaraciones tras el acto celebrado en el Palau al que también asistieron los tres presidentes de las diputaciones: Carlos Mazón, Toni Gaspar y Josep Martí. No faltaron tampoco los expresidentes de la Generalitat Joan Lerma (PSPV) y Alberto Fabra (PP).
Una vez finalizada la conmemoración, los tres partidos que conforman el pacto del Botànic aplaudieron el discurso institucional del presidente, del que destacaron que hablara de valores como la diversidad y la igualdad. Manolo Mata, Fran Ferri y Ferrán Martínez aseguraron haberse sentido identificados con sus palabras. Todo lo contrario manifestaron los líderes de la oposición. La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, reprochó al presidente que no aprovechara su discurso con motivo del 9 d'Octubre para reivindicar el cambio del modelo de financiación: «No podemos tener instituciones si no tenemos el dinero necesario y que nos corresponde». Por su parte, Ciudadanos lamentó su intervención «triunfalista» y Vox criticó que el evento se convirtiera en un «aquelarre marxista».
