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Dos graves conflictos para Compromís

El pulso con los socialistas en la Marina Alta y la autodisolución de los independientes de la coalición abren otros dos frentes

Dos graves conflictos para Compromís

A Compromís se le han abierto otros dos frentes que le van a generar fuertes turbulencias internas en este arranque del mandato. Uno de esos conflictos arrastra un componente político e institucional. Y tiene que ver con las relaciones, históricamente muy complicadas y difíciles a pesar de estar condenados a entenderse, de la coalición valencianista con los socialistas en la Marina Alta. Y el segundo ha estallado después de que Compromís haya sido incapaz, durante sus primeros cuatro años como fuerza de gobierno autonómica en la pasada legislatura, de ordenar una organización interna que armonice una formación que, hasta ahora, incluía a tres partidos -Bloc, Iniciativa y Verds- y a un grupo de independientes llamado Gent de Compromís, que ayer cesó su actividad como una vía de presión para que se regularice su situación entre acusaciones de «estafa» a la dirección de una coalición a la que, finalmente, la falta de participación de este grupo le ha estallado por completo en sus propias manos.

La batalla en la Marina Alta se inició el mismo día de la constitución de los municipios con la disputa en el Ayuntamiento de Pego. Allí, los socialistas, los más votados, evitaron como socios a Compromís, segunda fuerza, para decantarse por Ciudadanos como colaborador en el gobierno. ¿El motivo? La negativa de Compromís a respaldar un campo de golf en Pego, que sí apoya el alcalde del PSPV. Bronca. Ahora ese pulso se ha trasladado a El Verger, donde los socialistas gobiernan en minoría. En el pleno de organización celebrado en esa localidad, los concejales de Compromís pactaron con el PP para dejar sin sueldo al alcalde socialista. Le acusan de no ser de izquierdas. La dirección de la coalición salió ayer en defensa de sus ediles en lo que supone un pulso durísimo que genera tensión con los socios del Botànic en una comarca donde ambas formaciones tienen gran fortaleza municipal.

Pero a este problema para Compromís se une ahora un conflicto que estaba latente casi desde que arrancó el proyecto y que las tres fuerzas principales no han sido capaces de resolver. Gent de Compromís se despidió ayer, al menos de momento, como sigla dentro de la coalición después de que no se haya resuelto un gran problema: la participación política de los militantes independientes dentro de la formación. Cesa «indefinidamente en su actividad organizada a causa de la grave falta de democracia interna existente en Compromís», señalaron en un comunicado. La llamada cuarta pata de Compromís, los afiliados directamente a la misma sin pasar por los partidos, se autodisuelve entre duras críticas, responsabilizan a los partidos de la «lamentable situación» que se vive dentro de la organización y llega a hablar de «estafa» a los militantes.

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