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El Consell «enfría» la tasa turística

El vicepresidente Rubén Martínez Dalmau y el conseller Vicent Soler aclaran que esa medida solo se tomará con consenso y tratan de restar argumentos a los ataques del PP

El Consell «enfría» la tasa turística

El vicepresidente segundo del Consell, Rubén Martínez Dalmau, ha enfriado su aspiración de implantar una tasa turística en la Comunidad y ha evitado dar argumentos al PP para un enfrentamiento en el arranque de una nueva legislatura con uno de los temas más espinosos del debate económico, al menos en la provincia de Alicante. Al mediodía de ayer, minutos antes de iniciarse la última mascletà de las Hogueras, Dalmau sostuvo su apuesta por buscar mecanismos para avanzar hacia la sostenibilidad turística en el marco social, ecológico y económico sin la necesidad de aprobar, al menos a corto plazo, una tasa que durante años ha generado el rechazo de la mayoría de sectores turísticos del interior y de la costa y otras actividades complementarias.

Y por ese mismo motivo, el líder de Podemos en la Comunidad trató ayer de apartar esta medida del foco mediático, pese a que en campaña la defendió a capa y espada como una de las reclamaciones históricas de la formación morada. Dalmau quiso moderar su discurso y ayer aseguró que defenderá un modelo más verde y sostenible, «pero la manera no es poner poner impuestos» a la vez que admitió que «en campaña lo defendí pero ahora hay un acuerdo del Botànic y debemos hablar del turismo que necesitan los alicantinos». Puig ya rechazó en la anterior legislatura, con el visto bueno también de Compromís, aplicar un modelo uniforme de tasa por las muchas realidades turísticas de la Comunidad. En todo momento dijo que debía hacerse desde el diálogo y según la escena de cada localidad.

Sobre la posibilidad de implantar la tasa por municipios, Dalmau dijo ayer que no es una prioridad y que en ningún caso ha sido una exigencia «ni antes, ni durante, ni después» de la formación del Consell, recalcando que su preocupación ahora es luchar contra el fraude fiscal, contra la precarización laboral o la limpieza de las playas: «La tasa ahora no nos debe preocupar, hay que fomentar el sector tanto para el turista como para las ciudades». La tasa turística, de he hecho, quedó fuera de la negociación del Botànic después de que los representantes de Podemos la retiraran del documento final. Hace tan solo tres días, el vicepresidente segundo y conseller de Vivienda aseguró a este medio que «la tasa es la forma de incorporar elementos de justicia social a la presión turística. Ni siquiera está en el acuerdo, pero insistiremos por la vía legislativa». Sin embargo, su discurso cambió ayer de rumbo tras los ataques en cascada del PP.

Dalmau negó ayer que el mensaje sea diferente y afirmó que «no he pensado nunca que haya que apostar por una tasa a corto plazo. Estamos en medio de una transición verde y tiene que haber un compromiso contra el cambio climático y acabar con la huella ecológica. Si llega la tasa será a largo plazo». También el conseller de Hacienda, Vicent Soler, se manifestó ayer en los mismos términos ya apuntados durante la pasada legislatura y repitió en Alicante que esta propuesta trata de un elemento que persigue reforzar la capacidad de actuar sobre el turismo, pero aseveró con rotundidad que el Consell buscará el consenso y no se aplicará nunca «sin los parabienes del sector». Pese a que son muchos los países europeos que cobran un plus por noche a los visitantes, Vicent Soler recordó que en la Comunidad Valenciana hay diferentes tipos de turismo: «En el interior hay un modelo, en la costa otro, quizás a alguno le pueda interesar pero debemos tener la aquiescencia del sector». En el hipotético caso de implantarla no se realizará de manera conjunta, sino que «sería local porque cada municipio responde a un criterio de turismo».

«El Partido Popular quiere un turismo depredador, contaminante y de ladrones»

Rubén Martínez Dalmau se tuvo que enfrentar ayer a la caja de los truenos que se abrió por sus declaraciones a favor de la tasa turística. Los empresarios de la provincia consideran que el impuesto favorece a la economía sumergida, frente a las empresas legales que crean empleo. Pero las críticas no se quedan ahí, puesto que también están en contra la práctica totalidad de dirigentes del PP en la provincia. El presidente popular de Alicante y alcalde de Torrevieja, Eduardo Dolón, dijo que esta propuesta contradice todas las opiniones del sector, mientras pidió al presidente Ximo Puig que desacredite a Dalmau y se comprometa con la provincia a no abrir este debate. También el alcalde de Benidorm manifiestó su rechazo frontal. Ayer, Dalmau aseguró no entender «tanto revuelo» y acusó a los populares de apostar por un turismo «depredador, contaminante y de ladrones». El líder de Podemos dijo que «si el PP no está de acuerdo que hubiera ganado las elecciones, pero las perdió y por lo tanto el Botànic implantará un turismo más ecológico, verde, sostenible y social».

Un alicantino otra vez en una vicepresidencia de la Generalitat

La Generalitat vuelve a tener a un vicepresidente de la provincia de Alicante después de cuatro años. El último fue José Císcar durante la época de Alberto Fabra. Ayer, el también conseller de Vivienda y Arquitectura Bioclimática, Rubén Martínez Dalmau, disfrutó de la última mascletà de las Hogueras y reivindicó en varias ocasiones el nombre del Botànic d'Alacant, haciendo hincapié en su mensaje de dar presencia y protagonismo a la provincia, después de que la firma del nuevo gobierno se produjera en el Castillo de Santa Bárbara. «Botànic d'Alacant porque es una forma de evidenciar dónde se firmó. De poco sirve firmarlo allí si no incorporamos el apellido». Con anterioridad a José Císcar en el mandato 2011-2015, el anterior vicepresidente del Consell alicantino fue Joaquín Ripoll en época de Eduardo Zaplana.

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