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El «teatro» de Bonig y Cantó

Mazón, Císcar y Barcala se citan el lunes con el síndic de Ciudadanos para avanzar en los pactos en la provincia tras el malestar de los populares alicantinos por la cita en València entre su presidenta regional y el líder naranja

Día: lunes, 10 de junio. Lugar: Alicante. Motivo: negociación del pacto entre el PP y Cs para el Ayuntamiento de Alicante y la Diputación. Asistentes: Luis Barcala (alcalde y candidato a la reelección), Carlos Mazón (aspirante a presidir la institución provincial) y José Císcar (presidente provincial) por el PP, junto a Toni Cantó (síndic naranja en las Cortes) y Mari Carmen Sánchez (cabeza de lista en las municipales en Alicante), ambos miembros del comité negociador de Cs en la Comunidad. En torno a esa mesa, en cambio, no estará la presidenta regional de los populares, Isabel Bonig, que sí protagonizó ayer una foto que no gustó nada entre los populares alicantinos, que llevan días con contactos informales y discretos con sus posibles socios, ajenos a los focos y las cámaras, para intentar encauzar un posible pacto que permita al PP mantener el poder en el Ayuntamiento de Alicante, en la Diputación y en un puñado de consistorios dependientes de Ciudadanos, entre ellos Orihuela. La instantánea se hizo en el noble Salón de los Espejos de las Cortes, en la ciudad de València, y tenía como protagonistas a Bonig y a Cantó. Esa imagen, tomada al mediodía de ayer, fue la primera entre dirigentes del PP y de Ciudadanos con los posibles pactos de gobierno en el territorio regional como telón de fondo, donde la «joya de la corona» se encuentra en la provincia.

Eso sí, como se encargó de subrayar Bonig ante las malas caras desde Alicante un día antes del encuentro de ayer con Cantó, los candidatos municipales tienen total libertad en las negociaciones. Luis Barcala, para la capital, y Carlos Mazón, para la Diputación, por mayor motivo, ya que tienen conexión con Génova. No habrá tutela desde la dirección regional, admitió Bonig el miércoles. Con sus palabras, también se encargó de recordarlo ayer Barcala, antes de que se hiciera oficial el día para el primer encuentro oficial en Alicante para negociar un acuerdo a dos bandas entre populares y Ciudadanos: «Los contactos sobre Alicante se harán aquí, de eso no hay ninguna duda». Y no solo se quedó ahí, en reivindicar el papel que jugarán los populares alicantinos en las negociaciones con Ciudadanos para el Ayuntamiento y la Diputación, sino que el alcalde en funciones también aprovechó la oportunidad, ante las preguntas de los medios tras un acto en el MARQ, para restar toda la relevancia posible al encuentro de ayer entre Bonig y Cantó: «Habían quedado a tomar un café para trasladar los acuerdos a nivel nacional de Cs, una cuestión meramente informal». Vista la foto, no había ni café, solo unas copas y agua.

Las palabras de Barcala de ayer no solo evidenciaban el malestar en Alicante por que la primera reunión pública sobre los pactos (aunque fuera para poco más que la galería) se celebrase en València y estuviera protagonizada por Bonig, sino también por las manifestaciones de la presidenta regional del miércoles, en las que aseguró que «el pacto con Cs en el Ayuntamiento y la Diputación de Alicante está encarrilado por la buena relación entre los interlocutores». Unas sensaciones hechas públicas por Bonig antes de su cita para la foto con Cantó que contrastan con el silencio calculado mantenido por los dirigentes alicantinos en los últimos días, que han preferido mover hilos, allanando el terreno de cara a un acuerdo y manteniendo conversaciones informales, que valorar el escenario actual.

Tras la reunión de ayer, Bonig incidió en que los pactos en los diferentes municipios de la Comunidad donde PP y Cs pueden sumar «ya se está negociando en los territorios, siempre respetado a los responsables locales que están tomando la decisión y que saben cómo van las negociaciones donde es más necesario llegar a un acuerdo». En sus declaraciones, Bonig vino a admitir su posición de debilidad por su enfrentamiento con Génova, con un papel secundario en las negociaciones de posibles pactos de gobierno: «Un trabajo que se está llevando en coordinación con la provincial y en perfecta sintonía con la dirección regional». Sintonía, sin más. También dijo que las «líneas rojas» de los populares se sitúan en «la defensa de la igualdad, la libertad en ámbitos como la educativa, la calidad sanitaria y la bajada de impuestos», cuestiones que en su mayoría exceden las competencias municipales, por depender de una Generalitat que seguirá cuatro años más al mando de la izquierda.

En la primera reunión oficial en Alicante, anunciada para el próximo lunes, Bonig no estará. No es nada nuevo. La líder regional tampoco estuvo en ningún acto de la campaña municipal de Barcala. Sí acudió ayer a la ejecutiva regional del PP, el primero tras las elecciones municipales. En esa reunión, Bonig, que lideró la debacle de los populares en la Comunidad en la cita con las urnas del 28-A, sacó pecho por la «remontada» de su partido cuatro semanas después. «Somos el único partido que en menos de un mes ha conseguido recuperar más de 100.000 votos», señaló Bonig, quien añadió que «el PP se consolida como el partido de centro-derecha de referencia para los valencianos ya que es el único partido del bloque de la derecha que incrementa considerablemente su número de votos».

Dieciséis frentes

La reunión prevista en la semana clave de la constitución de los ayuntamientos (la investidura de los alcaldes se celebrará el sábado 15 de junio) será la primera oficial en Alicante entre PP y Cs, después de que Ciudadanos anulase a última hora el encuentro previsto este miércoles entre Barcala y Mari Carmen Sánchez en el despacho de Alcaldía. En la cita del lunes estará sobre la mesa el futuro del Ayuntamiento de Alicante, donde el PP tendió la mano desde el primer momento a Cs para un gobierno a dos bandas, ya que Barcala, al liderar la lista más votada, da por hecho que no necesitará más apoyos para la investidura ante la supuesta incapacidad de cualquier otro candidato para sumar los 15 apoyos que necesitaría para arrebatar la vara de mando al popular. Esa opción sólo se podría dar si Cs apuesta finalmente por el PSOE y logran sumar el apoyo de al menos un concejal de Compromís, Podemos o los ultras de Vox.

En el encuentro también se abordará el pacto para la Diputación de Alicante, donde los naranja deben decidir qué lado eligen: tanto PP como PSOE tienen 14 diputados, por lo que los dos sillones de Cs son fundamentales (frente al representante de Compromís que a priori no será determinante en la votación de la investidura). Sobre la mesa, en ese intento de unir fuerzas de PP y Cs para formar gobierno locales en municipios de la provincia, habría otras opciones, con diferente casuística, como Orihuela, Santa Pola, El Campello, Mutxamel, Sant Joan, Calp, Almoradí, Callosa del Segura, Castalla, Daya Nueva, Granja de Rocamora, Benejúzar, La Vila y Teulada. Todas esas incógnitas quedarán resueltas en poco más de una semana, el sábado 15 de junio, cuando se constituyan los ayuntamientos y se elijan a los alcaldes en todos los municipios.

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