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Otros dos frentes en el PP: Castillo pide doble cargo y Ballester se va a la «mili»

El número tres al Senado evidencia su malestar por optar a un puesto de difícil elección

Carlos Castillo escucha a César Sánchez en una acto de precampaña celebrado ayer en Alicante. jose navarro

Uno porque es y no está y otro porque está pero quiere ser. Al Partido Popular le han surgido otros dos frentes en días previos al inicio oficial de la campaña electoral de los comicios generales y autonómicos del 28 de abril. El número tres a las Cortes Valencianas, Adrián Ballester, hombre fuerte en la provincia de Alicante del presidente nacional del PP, Pablo Casado, que a su vez estos días ejerce la labor de apoderado del partido ante la Junta Electoral, va a estar realizando la instrucción como aspirante a reservista voluntario, en calidad de oficial alférez del Ejército de Tierra. Y otro número tres, que cierra la lista del PP por Alicante al Senado, el concejal del Ayuntamiento de Alicante, vicepresidente cuarto y portavoz de la Diputación, Carlos Castillo, no está conforme con ese trasvase de candidatura y, ante la dificultad de ser elegido para la Cámara Alta, reclama igualmente su puesto en la lista municipal que encabezará Luis Barcala.

Adrián Ballester no se incorporará a pleno rendimiento a la caravana electoral hasta el 13 de abril, el día después de jurar bandera, un viernes que coincide, precisamente, con la primera jornada de la campaña electoral. Es decir, durante las próximas dos semanas el todavía diputado provincial «será» candidato a las Cortes pero «no estará» presente en ningún acto ni hará declaraciones de tipo político (ha firmado una «cláusula de confidencialidad»). Esta ausencia ya ha levantado cierto malestar entre una parte de la cúpula del PP, que no entienden como ahora, en este periodo de tiempo tan esperado desde hace meses, uno de los principales responsables de la campaña electoral del partido se aparta para recibir una formación de tipo militar.

En cambio, quien si «estará» activo será Carlos Castillo, otro aspirante a formar parte de la candidatura municipal del PP al Ayuntamiento de Alicante, requisito imprescindible para volver a la Diputación -salvo que aparezca en la lista de otra localidad- o sencillamente, para ser elegido concejal del consistorio alicantino. Castillo quiere «ser» candidato en los comicios locales porque, según afirma, «he hecho méritos estos años para estar en esa lista», un trabajo que ahora se debe «recompensar» formando parte de esa candidatura al Ayuntamiento de Alicante, con independencia de los resultados para el Senado. Tiene, en cualquier caso, pocas opciones de figurar en la lista municipal toda vez que su relación con Barcala siempre ha sido distante.

Si la iniciativa de Carlos Castillo se consuma será el tercer caso de duplicidad de cargos en estas elecciones. Ni un hipotético doblete de Castillo, ni el que está confirmado ya del ilicitano Pablo Ruz necesitan de autorización de Génova. Por contra, a la espera de contar con el plácet de Madrid, para asumir esta doble tarea, se encuentra el número uno del PP al Congreso, César Sánchez, que quiere seguir a su vez en el Palacio Provincial. No tendrá ningún problema para que le validen esa doble función, que choca con los Estatutos. Es una decisión ya tomada y que solo queda oficializar.

Otra diferencia con respecto a Castillo es que Sánchez y Ruz, afines a Casado desde hace meses, fueron seleccionados ex profeso por el máximo responsable del PP para ocupar estos puestos. En cambio, Castillo es quien ahora reclama esa doble posibilidad de seguir ocupando algún cargo político tras la doble cita electoral. La incertidumbre de quedarse fuera de la Cámara Alta, donde el PP ha tenido esta legislatura a tres senadores que, todo indica, no va a poder mantener, ha llevado a Carlos Castillo a levantar la mano y hacerse ver en medio de la maraña por confeccionar la candidatura para los comicios locales.

Con el alcaldable popular Luis Barcala y la más que probable presencia de César Sánchez en la lista, para optar a la reelección como presidente de la Diputación, ya están ocupadas dos de las cuatro plazas de ediles masculinos. Y aún hay un tercero, el presidente local del PP, Toño Peral, al que se le prometió puesto de salida. Ese reparto y el porcentaje mínimo entre hombres y mujeres, obligatorio por ley, también perjudica a Castillo. Al igual que no le beneficia que el cierre de candidaturas se deba registrar en la Junta Electoral el 21 de abril, es decir, una semana antes de acudir a las urnas y, por tanto de conocer el resultado de la primera cita electoral.

Segundo contratiempo

Por otro lado, el segundo contratiempo que se le presenta estos días al PP es la ausencia voluntaria de uno de los hombres fuertes del «casadismo» en la provincia durante estos días. Adrián Ballester se presentó en noviembre pasado a la convocatoria de reservista voluntario de las Fuerzas Armadas, lanzada por el Ministerio de Defensa. Para el rango al que aspira Ballester, de oficial alférez del Ejército de Tierra, el periodo de instrucción es desde el 31 de marzo al 13 de abril, es decir, justo dos semanas antes de las comicios generales y autonómicos, adelantados en ambos casos sobre la fecha prevista inicialmente. El 12 de abril, en lugar de pegar carteles, Adrián Ballester estará jurando bandera como militar.

El también vicepresidente de la Diputación, que es el apoderado del PP ante la Junta Electoral, aseguró ayer a este diario que su dedicación al ejército estos días «no va a afectar» el desarrollo de la campaña «porque tenemos sustituto y la labor importante de la Junta Electoral Provincial ya terminó la semana pasada, con la presentación de las listas. Ahora lo único que hay que hacer el pedir los locales para mítines, pero eso lo hacen los responsables de las Juntas Electorales de Zona, que no es mi caso». Ballester recuerda que no es el único político que ha dado este paso. En su partido tiene un ejemplo muy claro como es su secretario general, el murciano Teodoro García Egea, mano derecha de Pablo Casado y desde 2017 reservista voluntario oficial de comunicaciones del Grupo de Transmisiones de Getafe. Y en el PSOE, el concejal socialista del Ayuntamiento de Madrid, Antonio Miguel Carmona, es piloto reservista del Ejército del Aire. Políticos metidos a militares en plena «batalla electoral».

Propuesta para que se pueda crear una empresa en cinco días

El cabeza de lista por el PP de Alicante al Congreso visitó ayer el Centro de Negocios de Alicante acompañado de Carlos Castillo, candidato al Senado por Alicante y Javier Reina, director de este edificio, aglutinador de empresas. Además de criticar las políticas económicas del gobierno de Pedro Sánchez, donde la «la creación de empresas ha caído un 23%», el candidato del PP ha señalado que el líder de los populares, Pablo Casado «se ha comprometido a que, cuando gobierne en España, se pueda crear una empresa en tan solo 5 días hábiles con la puesta en marcha de una 'autopista administrativa', que permitirá aligerar los trámites burocráticos a los emprendedores».

Aznar retorna a la campaña con una cita el sábado en Elche

Primero València y después Elche. El expresidente del Gobierno y líder de FAES, José María Aznar, regresa este próximo sábado a la Comunidad Valenciana para participar como «cabeza de cartel» en otro acto del Partido Popular. Esta vez intervendrá en un mitin en la ciudad de las palmeras, donde todo apunta que uno de los candidatos que los acompañen sea Pablo Ruz, líder de los populares ilicitanos, candidato a la Alcaldía por esta ciudad y número uno al Senado por la provincia de Alicante. Y también será Elche la ciudad escogida por el candidato del PP a la Presidencia del Gobierno, Pablo Casado, en el primer domingo de campaña, ya que participará en la Procesión del Domingo de Ramos.

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