Sin uso y cerrados en cajas por decisión del jefe del Servicio Médico del Ayuntamiento de Alicante. Así se encuentran los desfibriladores comprados hace más de un año, durante la etapa del tripartito al frente del gobierno local, para colocar en los mercados municipales de la ciudad. Los aparatos, que son determinantes para salvar vidas en caso de una parada cardiorrespiratoria, no se encuentran en funcionamiento por la negativa del jefe del Servicio Médico del Ayuntamiento y ahora aspirante del sector franquista para ser el alcaldable del PSOE en las próximas elecciones municipales, Andrés García Trillo, a instalarlos si no percibía un «extra» en su nómina, según confirman fuentes municipales, que aseguran a su vez que los desfibriladores, en torno a unas seis unidades, se encuentran en cajas, repartidos por los mercados municipales, entre ellos, el transitado Mercado Central de Alicante. Los bultos fueron enviados desde Massamagrell (Valencia), sede de una empresa especializada en equipamiento médico.
El incremento salarial para el médico García Trillo, de 745,38 euros al mes, fue finalmente bloqueado por el interventor municipal tras la propuesta realizada por el entonces concejal de Recursos Humanos, Carlos Giménez, que a su vez es el «delfín» del exsenador Ángel Franco en el grupo municipal socialista. El intento de subir el sueldo al médico García Trillo, a través de un plus de productividad, se llevó a cabo hace ahora un año, cuando el PSOE estaba al frente del gobierno municipal y se justificó por la «realización de las funciones técnicas derivadas de la instalación de desfibriladores». Sin embargo, fuentes municipales próximas a la Concejalía de Recursos Humanos confirmaron que el movimiento para aumentar el sueldo de García Trillo, hoy aspirante del sector franquista en las primarias socialistas, quedó bloqueado en el área de Intervención, por lo que finalmente no fue efectivo. Así, el intento del edil Giménez de pagar un plus salarial al responsable del Servicio Médico y de Prevención de Riesgos Laborales no llegó a buen puerto, aunque previamente superó el trámite de la Mesa de Negociación, en la que Guanyar Alacant, junto a varios sindicatos municipales, reclamaron que esa votación se hiciera al margen de otros aumentos de sueldo a otros funcionarios. La resolución, según se recogía en la propuesta de acuerdo, iba a tener efecto desde el 1 de noviembre del pasado año y hasta que «desaparezcan las causas que motivaron su asignación», sin concretar fecha. Desde el actual gobierno municipal aseguraron ayer que han solicitado permiso a la Generalitat Valenciana para instalar los desfibriladores que ahora están empaquetados sin la necesidad de la firma del médico.
Encomienda
En la propuesta de acuerdo con la que el edil Giménez pretendió subirle el sueldo al ahora aspirante de Franco para ser el alcaldable del PSOE se explica que el Ayuntamiento había adquirido «varias unidades» de desfibriladores externos para ubicarlos en los mercados municipales de la ciudad, entre los que se encuentran el Central y los de los barrios de Benalúa, Carolinas y Babel. «Para poder instalarlos y que estén operativos, se deben cumplir una serie de requisitos y obligaciones legales», prosigue el documento firmado por el concejal socialista, donde se añadía: «Se propone que se encomiende a Andrés García Trillo, como médico responsable, y al personal administrativo que se precise, las funciones derivadas de la instalación de los desfibriladores en los mercados». Propietarios de puestos en los Mercados criticaron ayer que los desfibriladores lleven más de un año precintados en las cajas en las que llegaron al Ayuntamiento tras ser comprados.
Según el reglamento federal del PSOE, el médico García Trillo, en su calidad de independiente en un proceso de primarias en el que a priori competirá contra Eva Montesinos y José Asensi, debe «acreditar una trayectoria conocida de cercanía a los valores socialistas y al PSOE». En caso contrario, «la Comisión Ejecutiva Federal, previo informe de la Comisión Ejecutiva Regional o de nacionalidad, podrá objetar su precandidatura e impedir su presentación al proceso». La elección del jefe del Servicio Médico como el aspirante avalado por el sector franquista para las primarias socialistas ha generado gran sorpresa entre el funcionariado municipal, que situaba a García Trillo como una persona próxima a valores conservadores.
