La cúpula de los socialistas valencianos apura a la desesperada y casi «in extremis» una última gestión para ver si, finalmente, encuentran ese «mirlo blanco» de perfil independiente, alejado de las eternas batallas del socialismo alicantino y con un cierto gancho entre la bolsa de electores progresistas en Alicante. Tanto el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, como el secretario de Organización del PSPV, Jose Muñoz, esperan una llamada de teléfono con la respuesta de un último aspirante al que han sondeado pero del que no ha trascendido su identidad para enrolarse como aspirante socialista a la Alcaldía, una operación en la que está de acuerdo el exsenador Ángel Franco, el hombre que controla la ejecutiva local y una mayoría de los militantes de la agrupación.

Lo cierto, sin embargo, es que a lo largo de la jornada y justo 24 horas antes de que hoy mismo arranque oficialmente el calendario de primarias con la apertura del proceso de selección de candidatos, la resignación se extendió entre los dirigentes socialistas a sabiendas de que es casi imposible un consenso sobre el aspirante a la Alcaldía. Hoy mismo, de hecho y como avanzó este periódico, la edil y portavoz del PSPV en el Ayuntamiento de Alicante, Eva Montesinos, formalizará su candidatura por la mañana. A todos los que le han trasladado durante estas horas las presiones de la cúpula del PSPV para retirarse les ha respondido con el mismo mensaje: llevará su candidatura hasta el final. Y el «sanchista» José Asensi, aún consciente de la debilidad de su grupo y de que en solitario no cuenta con votos suficientes, dará el paso en la jornada del lunes o martes. Así que, en el supuesto de que algún aspirante independiente acepte la oferta del PSPV, algo que todas las fuentes consultadas daban al cierre de la edición como bastante improbable, lo primero que se encontraría es varios aspirantes ya en liza y una única opción para ser candidato sin batalla: una suspensión de las primarias que se podría acordar pero que, sin duda, generaría un conflicto dentro del socialismo alicantino de primera magnitud. Otro más.

El escenario, por tanto, vuelve a ser muy complicado para la formación, metida de nuevo en un jardín a siete meses de las elecciones. Incluso en el supuesto de que hubiera tres candidatos, el calendario se alargaría todavía más con dos vueltas de votación que llevarían la elección hasta el día 23 de diciembre, en vísperas de la Navidad. Así las cosas, la posibilidad de que, finalmente, no se pueda llegar a un consenso dentro de la agrupación y se tenga que acudir a un proceso de primarias supondría, en el caso de acabar confirmándose, un serio revés para la dirección del PSPV, que considera su estrategia electoral en Alicante clave no solo para las municipales sino también para que Puig mantenga el Consell. En los comicios de 2015 fue la provincia la que le concedió una ventaja clave para superar a Compromís y acceder a la Presidencia de la Generalitat en lugar de Mónica Oltra, ahora vicepresidenta. Sería el segundo fracaso de la cúpula de los socialistas valencianos en su acción política en Alicante. Fueron incapaces de culminar las negociaciones para manejar la salida de Gabriel Echávarri y retener la Alcaldía a la vez que ahora, de seguir adelante las primarias, no habrían logrado un candidato de consenso como así querían.