La dirección del PSPV busca en el último minuto una figura independiente de cierto prestigio como alcaldable en la ciudad de Alicante y evitar, de esa manera, las primarias. Los socialistas se acercan a la primera fecha clave del proceso -el próximo viernes, cuando se abrirá el plazo de presentación de candidatos- sin un aspirante perfilado, sin que ninguno de los nombres que ha salido hasta ahora a la palestra gusten ni un ápice en la ejecutiva de Ximo Puig y con el objetivo claro de esquivar un proceso interno que vuelva a romper las costuras de la agrupación de la capital, envuelta en una eterna convulsión interna desde hace más de dos décadas. Las próximas 72 horas serán claves para poner sobre la mesa un nombre que pueda generar consenso y que convenza a los «clanes» del socialismo alicantino para enterrar, al menos por ahora, el hacha de guerra.

La cúpula de los socialistas valencianos tiene claro el perfil del alcaldable que quiere para encabezar la lista municipal de Alicante: un independiente conocido, al margen por tanto de los conflictos de la agrupación y del fallido gobierno que encabezó Gabriel Echávarri, reconocible para la bolsa de votantes progresistas de la ciudad y que aporte prestigio a unas siglas que en la capital alicantina están muy deterioradas. En las últimas horas, según ha podido saber este periódico, el secretario de Organización del PSPV, José Muñoz, ha mantenido contactos con las familias del partido en la capital para que acepten sentarse a hablar sobre la base de encontrar un aspirante con ese perfil y que genere el consenso suficiente para que las primarias no se conviertan en otro motivo de confrontación y de más desgaste.

Una vez pase hoy el primer trámite de los presupuestos con la llegada del documento a las Cortes, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, tiene previsto implicarse a fondo en la solución a la candidatura de Alicante. Ni a la cúpula del PSPV ni tampoco al jefe del Consell les convence ninguno de los nombres que se han barajado en las últimas semanas como aspirantes. Ni el de la portavoz municipal en el Ayuntamiento de Alicante, Eva Montesinos; ni el del catedrático José Asensi que proponía la minoría «sanchista»; ni las dos opciones que ha barajado el grupo del exsenador Ángel Franco: la diputada Sandra Martín o la sindicalista Marisa Navarro. Así que la misión que se ha marcado la cúpula de los socialistas valencianos es garantizarse que todos los sectores están dispuestos a sentarse para dibujar una alternativa.

El calendario de primarias, de momento y a la espera del avance de los contactos, continuará adelante. En la cúpula del PSPV dan por seguro que el grupo de Franco, minoria mayoritaria de la agrupación y que controla la ejecutiva con Miguel Millana, estará por la labor de aceptar esa negociación. El «sanchismo» cuenta relativamente poco en tanto que el acuerdo, llegado el caso, para suspender las primarias al disponer de un aspirante de consenso debe contar, además, con el visto bueno de Ferraz. En estos momentos, apuntan desde el PSPV, los esfuerzos se centran en convencer a la edil Eva Montesinos para que dé un paso atrás. Los próximos días serán decisivos. La cúpula socialista es consciente de que si el calendario de primarias avanza con presentaciones de candidatos, avales y listados de simpatizantes será muy difícil poder facilitar vías de consenso y encontrar un independiente de prestigio que se quiera meter dentro de esa maraña para, con total seguridad, salir trasquilado. Pero en la ejecutiva socialista entienden que puede llegar a un acuerdo y sortear las primarias, incluso, aunque sea justo antes de la votación del 16 de diciembre.