El mapa electoral del PP para los comicios municipales y autonómicos de 2019 carece de grandes sorpresas porque los populares tirarán de mucho candidato conocido y de sustitutos naturales en buena parte de los municipios de más de 20.000 habitantes, pero lo que le queda por resolver a la cúpula provincial que dirige José Císcar -siete plazas todavía- dará que hablar. En un marco territorial clave para decantar resultados como es Alicante hay una diecinueve grandes municipios con candidato cerrado, pero quedan todavía en el aire ciudades claves como Orihuela o Santa Pola, donde la dirección provincial del PP ha chocado con la dirección de Génova, que tiene a su propio candidato a la Alcaldía.

Los populares tienen resueltas importantes incógnitas desde el punto de vista electoral. Es el caso de la capital de provincia -el secretario general del PP, Teodoro García Egea volvió a avalar a Luis Barcala como número uno por la ciudad en la Convención local del pasado fin de semana- y el resto de grandes municipios de la provincia como Elche o Benidorm llevan tiempo con un candidato claro: en la ciudad ilicitana será Pablo Ruz y el la capital turística alicantina repetirá Toni Pérez. Este último caso es una continuidad, mientras que Ruz, a quien aupó el sector del nuevo líder nacional del PP, Pablo Casado, sustituirá a la diputada Mercedes Alonso como cabeza de lista.

Además de Orihuela y Santa Pola, otros agujeros son Villena, Alcoy y Calp, donde la dirección popular todavía no tiene nada decidido. En Villena los populares trabajan dos opciones: la de Francisco Abellán como opción continuista y con un «tirón» tradicional en la agrupación y la de Miguel Ángel Salguero, actual portavoz del partido en el ayuntamiento de la localidad, una opción de renovación con un perfil joven muy cercano a Pepe Císcar que podría funcionar en una plaza difícil para el partido. Alcoy también está en duda. El nombre del concejal Eduardo Tormo corrió por círculos del PP como posible candidato, pero fuentes de la dirección popular le descartaron ayer como alcaldable. Lo mismo ocurre en Calp, donde hay un baile de nombres que finalmente tendrá que dilucidar el presidente de la Diputación, César Sánchez, que ya anunció que no repetirá como candidato a la Alcaldía. Lucía Cabrera y Ana Perles se perfilan como posibles sustitutas de César Sánchez, aunque no hay nada decidido y hasta se podría estar pensando en una tercera persona. Calp es hasta el momento junto a Redován las únicas localidades con alcalde del PP donde el primer edil actual no repetirá como candidato.

El gran escollo en el PP a la hora de confeccionar sus listas está sin duda alguna en Orihuela. El actual alcalde, Emilio Bascuñana, choca con la dirección provincial y autonómica, mientras que para el sector de Pablo Casado Bascuñana es un valor para el partido y la persona que tiene que repetir como número uno en la ciudad, uno de los graneros de votos para el PP en el sur de la provincia. Génova quiere imponer a Bascuñana como candidato frente a Dámaso Aparicio, presidente local del partido y candidato de la número dos del PP de la Comunidad, Eva Ortiz. La tesitura en la ciudad de la Vega Baja es difícil y el golpe de efecto de la dirección nacional podría cuajar teniendo en cuenta la debilidad en la que se encuentra José Císcar en la provincia. Madrid todavía no ha intervenido, aunque dentro del partido hay voces ligadas al sector de Casado que aseguran que Génova controlará, finalmene, todas las listas. De momento no lo ha hecho y Císcar ha llevado a cabo sus movimientos sin cortapisas, como marcan los estatutos del partido.

Algunas fuentes también apuntan a discrepancias entre la dirección provincial y Génova en el caso del candidato de Santa Pola, donde habrá renovación sí o sí al estar tanto Miguel Zaragoza como la diputada Loreto Cascales inmersos en cuestiones judiciales. También en esta localidad salinera, donde Casado veranea, la dirección nacional del partido tiene sus propias preferencias. En este marco de tensión interna hay una figura clave que es la del diputado Luis Santamaría, al frente del comité electoral regional. Luis Santamaría reúne las competencias sobre las listas autonómicas y los municipios de más de 20.000 habitantes y es uno de los hombres de confianza de Pablo Casado en la Comunidad Valenciana, un territorio que respaldó a Soraya Sáenz de Santamaría.

Así las cosas, Orihuela, Santa Pola, Villena, Alcoy y Calp junto a Novelda y l'Alfàs del Pi son los siete puntos negros a día de hoy para el PP, mientras que están resueltos otros 19 nombres con perfil continuista -o son alcaldes o portavoces municipales- en buena parte de las comarcas.Alcaldes del PP como los de Benidorm, Crevillent, Ibi o Mutxamel todavía no están ratificados oficialmente como alcaldables por el PP para 2019, pero cuentan con el aval de José Císcar para repetir si así lo desean, según fuentes del partido. La continuidad se mantendrá prácticamente con toda seguridad, según fuentes del PP.