Alicante le «salvó» por los pelos la cuota a los populares de la Comunidad en la nueva ejecutiva de Mariano Rajoy -ratificada anoche con el 95% de los votos- aunque, eso sí, muy lejos de cubrir el objetivo: ni habrá visibilidad ni tampoco un poder real en el entramado organizativo de Génova. La dirección regional del PP aspiraba, después de quedar fuera de los principales cargos del último gobierno, a colocar un peón en la principal sala de gobierno de la cúpula popular para sacar pecho e iniciar con buen pie la nueva etapa que Isabel Bonig pretende abrir en el próximo congreso regional. Pero no será así. Ni de lejos. Habrá un sillón menos -siete por los ocho de los que tenían hasta ahora los populares valencianos- aunque a cambio suman una secretaría, la que ocupará, precisamente, el presidente de la Diputación, César Sánchez, una de las novedades. La cuota, gracias a Alicante es más o menos la misma. Pero ninguno de los que entran en la ejecutiva estarán en el comité de dirección, los cargos que tienen margen de maniobra, capacidad de mando y proyección.

José Císcar José Císcarrepetirá como vocal junto al mencionado César Sánchez -responsable de la secretaría de Formación- y además también entra en otra vocalía, como se había especulado en las últimas semanas, la oriolana Eva Ortiz, número dos de Isabel Bonigen la estructura del PPCV. Caen tanto el diputado Gerardo Camps como el exministro y número uno del PP al Congreso por Alicante, José Manuel García-Margallo, que ayer por la tarde apareció por primera vez en las instalaciones de la Caja Mágica, sede del congreso, y se sentó junto al resto de los compromisarios de la Comunidad Valenciana. La decisión de Rajoy equilibra a las dos caras visibles del PP de Alicante y le concede un encaje al presidente de la Diputación, que no plantará batalla a José Císcar en la lucha por el mando provincial.

Así las cosas, la nómina del PP de la Comunidad en el comité ejecutivo estará formada -junto a los citados José Císcar, Eva Ortiz, propuesta directamente por Isabel Bonig, y César Sánchez- por Vicente Betoret, presidente del PP en Valencia además de Isabel Bonig como líder regional -cada vez más dependiente de la influencia de Alicante- y de Esteban González Pons y Pedro Agramunt, que siguen como miembros natos por los puestos que ocupan en Bruselas y en el Senado. Al margen de los citados Gerardo Camps y Margallo, tampoco sigue en el comité ejecutivo la senadora valenciana Susana Camarero. La plaza de la fallecida Rita Barberá es la que no se cubrirá. Una cuota parecida pero sin demasiado poder ni mucha visibilidad.

A pesar de todo, la dirección regional del PP y también la cúpula provincial de Alicante dieron por bueno el reparto de una ejecutiva que Mariano Rajoy, norma de la casa, mantuvo en secreto hasta que la anunció en el plenario pasadas las seis y media de la tarde. Consideran que el número es más o menos el mismo y que se ha producido una renovación con caras nuevas además de producirse la salida de dirigentes que llevaban varios congresos en la ejecutiva.