No hay marcha atrás. A pesar de la polémica generada por el PP desde la Diputación y las diferencias en el seno del propio PSPV-PSOE y el Consell, el Ejecutivo autonómico tiene decidido aprobar mañana el decreto regulador que le quita el control a las tres instituciones provinciales en materia turística y sobre eventos deportivos. El Consell mantiene, pues, su «hoja de ruta», toda vez que ayer se sintió respaldado por el sector turístico de la provincia de Alicante y por el voto favorable de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP) que preside el alcalde de Elda, el socialista Rubén Alfaro.
Eso sí, a raíz de las críticas que acusan al decreto de la Generalitat de «centralista e intervencionista», el Ejecutivo ha retocado el texto definitivo de su iniciativa «armonizadora en aquellas actividades que exceden el ámbito provincial» para dar más peso a empresarios y profesionales en el consejo de coordinación que supervisará la nueva estrategia turística para la Comunidad.
«Es la creación de un espacio, de un sistema formal de relación y de acuerdo, un espacio que no teníamos establecido hasta la fecha», explicó el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, tras reunirse por la mañana en Benidorm con las principales patronales turísticas de la provincia. «El único objetivo es acabar con la gestión ineficiente, las duplicidades y todo aquello que no tenga que ver con alinear esfuerzos, pero no queremos invadir, ni confiscar competencias».
Ya por la tarde, el Consell recibió otro balón de oxígeno durante la reunión de la comisión mixta entre la Generalitat y la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, en la que sólo los representantes de las diputaciones de Alicante y Castellón -ambas en manos del PP- votaron en contra del decreto regulador. El texto contó con el apoyo expreso del representante de la Diputación de Valencia -gobernada por el PSOE-, las tres alcaldesas presentes en la comisión -de Santa Pola, Benicàsim y Godella- y el presidente de la FVMP Rubén Alfaro. «El mío es un voto a favor de la coordinación, de la capacidad de organización conjunta de las administraciones, del diálogo y del rechazo a las duplicidades», explicó el también alcalde de Elda, que hizo una llamada a la «generosidad» de todas las partes por entender que la aplicación del decreto turístico es «compleja», toda vez que las diferentes administraciones locales y provinciales han asumido en los más de 30 años de democracia, «muchas veces por omisión, competencias que no les eran propias y ahora resulta difícil cuando se les plantea que las pueden perder». Alfaro también defendió la vigencia de todas las marcas turísticas ya existentes en la Comunidad «con suficiente peso específico» y pidió al PP que no tomara el decreto «como un acto de usurpación de funciones, sino como un documento de buena fe».
En el lado contrario, el vicepresidente de la Diputación de Alicante y responsable de Turismo, Eduardo Dolón, lamentó que la reunión de la comisión mixta fuese «un paripé y una pérdida de tiempo» porque no se tuvo en cuenta ninguna de las propuestas de las dos corporaciones provinciales gobernadas por el PP. «Nos quedamos con las dudas sobre el respeto a las marcas ya consolidadas y sin respuesta a la petición de que los alcaldes estén presentes en el consejo de coordinación que promueve el Consell», añadió.
Mientras, el presidente de la Diputación, César Sánchez, propuso sin éxito a Alfaro la creación de una mesa de diálogo que permita consensuar el decreto que «pretende imponer» el gobierno de Ximo Puig y Mónica Oltra.
Precisamente en la cúpula de Compromís también surgieron voces críticas por «la torpeza» con la que se ha gestionado la tramitación del decreto y «la deslealtad» de algún dirigente socialista, en alusión al alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, «por entorpecer el proceso» con sus declaraciones.
