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Génova admite la situación «excepcional» en la Comunidad y convocará el congreso

El número tres popular presidirá el viernes la Junta Directiva Regional en la que se pedirá celebrar ese cónclave extraordinario

Génova admite la situación «excepcional» en la Comunidad y convocará el congreso

La dirección regional del PP ya cuenta con el visto bueno de Génova para adelantar el congreso extraordinario concebido como una plataforma para intentar sacar a flote una organización carcomida por la corrupción. El próximo viernes se reunirá la Junta Directiva Regional para realizar la solicitud formal de celebración del cónclave bajo la presidencia de Fernando Martínez Maíllo, número tres del escalafón popular y vicesecretario de Organización. Su presencia evidencia que, en estos momentos, la salida que puso sobre la mesa Isabel Bonig, líder del PP en la Comunidad, y los tres presidentes provinciales es la única vía a la que Madrid ha decidido aferrarse para tratar de remontar el vuelo en una autonomía que, durante dos décadas, se convirtió en un feudo inexpugnable para los de la gaviota. Renovarse o morir. No queda otra para tratar de salvar el abismo.

En su comparecencia posterior al comité de dirección del PP, el número tres popular avanzó que el cónclave de la Comunidad, junto al de Galicia por el ciclo electoral y a expensas de lo que ocurra en Madrid, será el único que se adelantará antes del congreso nacional en el que, con total probabilidad, se tendrá que afrontar el relevo de Mariano Rajoy. Ese aval, ya adelantado en su momento por Bonig pero que ahora Génova hace oficial a las puertas de la reunión del próximo viernes, evidencia la situación «excepcional» que se vive en las filas de los populares valencianos, de acuerdo con la expresión que eligió el propio responsable del PP. La intención de la cúpula regional que encabeza Isabel Bonig es celebrar el congreso antes del verano. La fecha definitiva, aún sin marcar en el calendario, dependerá en todo caso de los plazos de la investidura del nuevo Gobierno. «Es importante que se produzca ese congreso», subrayó Maíllo.

A esa convocatoria del próximo viernes, los populares llegarán sin que se haya resuelto la situación de Rita Barberá y pendientes de un calendario judicial que les aboca a vivir a remolque de las investigaciones por corrupción que minan al PP. Tanto Génova como también Isabel Bonig defendieron, en un discurso parecido, las medidas que están tomando frente a la oleada de sumarios judiciales que mantienen en jaque a la organización. Eso sí, nadie se dio por aludido por la decisión de Esperanza Aguirre de marcar el camino con una dimisión que se produce en medio de los casos de corrupción que asolan al PP de Madrid y que la veterana dirigente justifica por su incapacidad para haber impedido esas actuaciones. Tanto en la reunión del comité de dirección popular como en el encuentro de diputados y senadores con Bonig del que se ausentó Rita Barberá, «separaron» el escenario que ha abierto Aguirre enseñando la puerta al propio Rajoy y a la exalcaldesa de Valencia y el que, a su vez, atenaza a la formación popular en toda la Comunidad.

Frente la tibieza con la que Génova está afrontando la situación de Rita Barberá, Isabel Bonig volvió a reclamar a la senadora popular que salga a la palestra para dar explicaciones. «Siempre ha dado la cara y estoy segura que la dará. Sabe perfectamente lo que tiene que hacer», insistió. Señaló, en todo caso, que ha llegado el momento de que Barberá «dé un paso atrás». La número uno de los populares valencianos declinó comentar si las palabras de Esperanzan Aguirre en las que reclamaba que era tiempo de «sacrificio» estaban dirigidas a Rajoy y a otros cargos populares. «Aguirre dio explicaciones sobradas de su decisión y yo no soy quién para analizar las cuestiones del PP de Madrid con intentar resolver las de la Comunidad Valenciana, que no son fáciles», señaló Bonig para quitarse el asunto de encima.

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