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El lastre de la corrupción obliga a la cúpula del PP a intentar acelerar su «refundación»

Bonig y los barones provinciales citan a la Junta Directiva Regional para iniciar los trámites de cara a la celebración de un congreso extraordinario ya avalado por Génova pero sin fecha a la espera de lo que ocurra en Madrid

El lastre de la corrupción obliga a la cúpula del PP a intentar acelerar su «refundación»

Con poco margen de maniobra, a la dirección regional del PP no le queda otra que intentar salvar la nave popular de una deriva que le lleva al naufragio en un océano de corrupcióncorrupción. Obligada por el estallido del «caso Rus» y apenas 48 horas después de que se conociera el procesamiento de parte de la antigua cúpula popular de Alicante a raiz del supuesto amaño del plan de basuras de la Vega Baja, la presidenta del PP, Isabel Bonig, escenificó una imagen de unidad con los tres barones provinciales -José Císcar, Vicente Betoret y Javier Moliner- y oficializó lo que era un secreto a voces. Citará de inmediato a la Junta Directiva Regional del PP para solicitar la convocatoria de un congreso extraordinario que la cúpula autonómica pretende celebrar, a más tardar, antes del verano.

En pleno escándalo político, la dirección autonómica quiere acelerar al máximo un proceso que considera clave para intentar relanzar una formación carcomida por los casos de corrupción generalizados. Con ese objetivo, Bonig inició ayer los trámites para celebrar un congreso que debe abrir en canal el PP para discutirlo todo. Desde la aprobación de un modelo de más democracia interna con primarias, listas abiertas... hasta la posibilidad de cambiar las siglas pasando, incluso, por la exigencia de mayor autonomía. Y, por supuesto, una renovación total y absoluta del comité ejecutivo y de la Junta Directiva, algo que desaconsejó la celebración de una convención para optar por la vía de organizar un congreso, que sí permite elegir nueva dirección. «Son momentos duros y difíciles y es el momento de dar un paso y construir entre todos», recalcó Bonig que emplazó a los afiliados del PP a arrimar el hombro para sacar a la formación del atolladero. «Animo a todos los militantes que están en sus casas cabreados a participar en este momento histórico», aseguró.

La apertura del proceso de reconstrucción del PP en la Comunidad tiene el visto bueno de Génova. «Hay un compromiso firme», apuntó Bonig. Es casi seguro que el congreso, como pide la cúpula regional, se organice antes de las vacaciones de verano. Será el primero de todos los cónclaves regionales. Incluso podría celebrarse antes del congreso nacional en el que se abordaría el relevo de Mariano Rajoy en el caso de que, finalmente, se quede fuera de la presidencia del Gobierno. Pero lo cierto es que, en estos momentos, todavía no tiene fecha. Y depende, a día de hoy, de la evolución de las negociaciones para la constitución del Gobierno de España y de la repetición de las elecciones. Si Pedro Sánchez logra un acuerdo para ser investido en marzo, el congreso del PP de la Comunidad se podría convocar para abril o mayo. En el supuesto de que, finalmente, el bloqueo político condujera a unas nuevas elecciones, entonces, la cúpula popular intentaría que el cónclave se pudiera convocar para antes de la cita con las urnas o inmediatamente después. Para el PP, la resolución debe ser «urgente» de acuerdo a la gravedad de los hechos. Con una estructura todavía potente y primera fuerza en votos, la dirección del PP considera que con este movimiento puede poner el proyecto en la parrilla de salida para las próximas autonómicas.

Durante la comparecencia, Isabel Bonig reconoció que son momentos «duros y difíciles» pero que el congreso supone «una oportunidad» para establecer una hoja de ruta de futuro con un proyecto a medio y largo plazo. Pero, en todo caso, pidió que el cónclave no solo suponga «cambios de cara» en la formación sino también «de mensaje y contenidos para aglutinar a todo el centro derecha», algo que ahora a los populares se les escapa a raíz de la irrupción de Ciudadanos. Aunque el PP de la Comunidad, dijo, es parte de un proyecto para toda España, el objetivo es tener mucha más autonomía para «defender los intereses de la Comunitat Valenciana, lo que no significa pedir la independencia ni los Països catalans como hacen otros» sino, concluyó, «conectar con el sentimiento de los valencianos sin complejos».

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