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La exclusión de la Diputación en el Puerto abre una guerra entre el PP y el Consell

Císcar exige a la Generalitat una «rectificación inmediata» y Puig le replica que las instituciones provinciales «no tienen ninguna competencia» en el ámbito portuario

La exclusión de la Diputación en el Puerto abre una guerra entre el PP y el Consell

Guerra abierta entre el PP y la Generalitat. La decisión del Consell de excluir a la Diputación del consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Alicante, donde ha estado representada desde la llegada de la democracia, ha crispado los ánimos de la propia institución y de los populares. El presidente provincial del partido, José Císcar, compareció ayer en rueda de prensa para exigir una «rectificación» inmediata al Ejecutivo autonómico.

El también diputado en las Cortes acusó al Consell de «ningunear» las comarcas alicantinas a la vez que cargó contra Ximo Puig por plegarse ante Compromís y Podemos. Poco después de que Císcar pronunciara esas palabras, el presidente de la Generalitat le dio réplica. Fue en Valencia. «Las instituciones provinciales no tienen ninguna competencia en materia de puertos, aunque estoy abierto a escuchar sus aportaciones si quieren colaborar», zanjó al ser cuestionado al respecto.

El cruce de acusaciones se produjo un día después de que saliera a la luz que el Consell había decidido dejar fuera del consejo de administración del Puerto a la corporación provincial de Alicante. Nunca antes había ocurrido. El Ayuntamiento de la capital propuso al alcalde, Gabriel Echávarri, y a su socio de Guanyar Miguel Ángel Pavón; mientras que el Ejecutivo de Puig designó a cuatro representantes: el exrector de la Universidad de Alicante Ignacio Jiménez Raneda, el ingeniero Francisco Rico, la arquitecta Gracia Enguix... y el portavoz del Ayuntamiento de Alicante y líder de Compromís en la ciudad, Natxo Bellido. Es precisamente con este último donde se ha producido el «cambio de cromos». Hasta ahora, las propuestas que realizaba el Consell eran de perfil técnico, más un representante de la Diputación. Pero ahora, Ximo Puig ha decidido excluir al representante de la institución provincial para dar entrada a otro concejal más. En este caso, un dirigente de su socio de gobierno en la Generalitat. La decisión no ha sorprendido en el seno del Ayuntamiento. ¿Por qué? Porque estaba pactada. Los dos grupos con mayor representación eran los que iban a entrar en el consejo del Puerto a propuesta municipal, pero Bellido también quería estar. Y el Consell no lo dudó. Le incluyó a él y prescindió del dirigente de la Diputación.

«Puig ha dado una patada a sus compromisos y ha adoptado una actitud sectaria», denunció el presidente provincial del PP, tras leer de manera textual parte de la intervención del jefe del Consell en su discurso de investidura. En él, el también líder del PSPV anunció que no iba a «silenciar» a la oposición y reiteró que estaba abierto al «diálogo y el entendimiento». «Es de una torpeza política inaudita», proclamó Císcar.

Para los populares, esta decisión esconde un trasfondo. Por un lado, limitar el poder de las diputaciones -las de Alicante y Castellón están en manos del PP- y, por otro, escenifican la oposición de la administración autonómica a que se instale una zona franca en el Puerto, tal y como había propuesto César Sánchez.

El presidente de la Generalitat, sin embargo, se desmarcó de esas acusaciones e insistió en que las corporaciones provinciales carecen de competencias en ese ámbito. «Algunas personas querrían estar y hay otras personas que también querrían estar y no están, pero no se trata de ocupar espacios que no corresponden», espetó. Desde el PSOE de la provincia, por su parte, acusaron a César Sánchez de «querer ganar puntos en una pelea interna con Císcar por ver quién controla el PP».

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