La mecha de la batalla interna en el PP por el control de la Diputación ya se ha encendido y amenaza con dinamitar las filas populares de norte a sur. Coincidiendo con la apertura de alguna de las Juntas Electorales, el presidente regional del PP, Alberto Fabra, que se marchará al Senado el próximo 22 de julio, avivó la guerra interna al asegurar en los pasillos de las Cortes que, llegado el caso, buscará una alternativa a la candidatura de José CíscarJosé Císcar, líder provincial de los populares, al entender que el objetivo por encima de todo es mantener la institución, convertida casi en el último bastión del escaso poder institucional que le resta al PP. Mientras la bronca se extiende en comarcas como la Marina Alta o l'Alcoià en la pugna por los avales para ocupar un escaño en la Diputación, la cúpula provincial resta valor a los movimientos de Fabra y da por seguro que Císcar contará con el respaldo de Génova, que negocia directamente con Ciudadanos para salvar cuatro diputaciones, entre ellas, la de Alicante.
Como se recordará, en su momento, Alberto Fabra, cuestionado por el sector afín a Císcar y del que se considera que a día de hoy ya no cuenta con autoridad, se reunió con Luisa Pastor, todavía presidenta de la Diputación; y con Miguel Ortiz, exalcalde de Altea y candidato del sector contrario a Císcar, para buscar una alternativa. Los afines al que fuera vicepresidente de Fabra señalan que Génova quiere vincular las presidencias de las diputaciones a los mandatarios provinciales y que, además, en el caso de Alicante, descartarían la opción de Miguel Ortiz por aparecer en los papeles de Bárcenas. El exprimer edil alteano figura, junto al resto del comité de dirección provincial de la etapa de Joaquín Ripoll, en un listado como donante de una cantidad -6.500 euros- que el extesorero registró. Todos vincularon esas donaciones con el pago de deudas del PP de Alicante.
El pulso está servido. De hecho y aunque no desveló ninguna pista, Fabra dejó claro que, en estos momentos, a Císcar se le busca un rival dentro de las filas populares por el control de la institución provincial, un enclave singular para clavar un cañón apuntando a la Generalitat y otro al consistorio alicantino. «¿Deberían en Alicante buscar otro candidato? Por supuesto que lo tendrían que hacer», dijo Fabra. Para el presidente regional del PP, enfrentado con Císcar desde mediados de la legislatura pasada, lo más importante es «el mantenimiento de la Diputación de Alicante, entre otras cosas porque somos la fuerza más votada, y vamos a trabajar por dejar esa institución en manos del PP». Los populares, como se recordará, tienen 15 diputados, los mismos que la suma de los socialistas (11), Compromís (3) y EU-Guanyar con 1. Es el único sillón en poder de Ciudadanos el que tiene en sus manos el futuro de la institución.
En este sentido, apuntó Fabra, «somos conscientes de que necesitamos el voto o la abstención de un partido -en referencia a Ciudadanos- y trabajaremos conjuntamente para garantizar que el PP pueda tener esta institución». El dirigente popular, sin embargo, no quiso avanzar nombres sobre posibles aspirantes alternativos a Císcar, ya que primero, dijo, «se tienen que elegir los diputados provinciales en cada comarca» y «después hablaremos». Una situación que, quizá, tiene que ver con la enorme confusión que reina en el PP y que, desde luego, no se clarificará hasta que los dos sectores que pugnan por los escaños de la Diputación registren los avales con los que cuenta en la Junta Electoral.
El primero que se tiró al ruedo, como se puede ver en la imagen que acompaña esta información, fue el alcalde de Calp, César Sánchez, que registró su candidatura con el aval, como recalca el documento, de dos tercios de los concejales de la Marina Alta con la intención, como apuntó en declaraciones a este periódico, de respaldar a José Císcar como aspirante a la presidencia de la Diputación. Con ese número de firmas inhabilitaría la lista que lidera Ximo Ferrando, exalcalde de Ondara y actual diputado provincial. Partidarios de Ferrando aseguran que tienen apoyos de sobra para presentarse -quieren registrarlos hoy o mañana toda vez que la votación es el martes-, apuntan que hay rúbricas dobladas que les favorecen y aseguran que se llegará a las urnas. Los seguidores del edil de Ondara quieren que haya un debate interno sobre la candidatura y le reprochan a César Sánchez la acumulación de cargos en las Cortes -el escaño tiene ya previsto dejarlo- o la Alcaldía. Bronca en la Marina Alta y también en l'Alcoià hasta con amenazas de mociones de censura. Casi nada.
