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El PP cierra la convención sin calendario para las listas y con frentes sin resolver

La cúpula en la Comunidad y en la provincia todavía no tiene directrices de Génova para elaborar las candidaturas - El bloqueo del proceso impide impulsar otro liderazgo en Alicante y tratar de frenar la escalada de tensión en Benidorm y Orihuela

El presidente provincial del PP, José Císcar, saluda a Mariano Rajoy ayer en Madrid. INFORMACIÓN

A menos de cuatro meses para las elecciones municipales y autonómicas, ni la dirección regional del PP ni tampoco la cúpula provincial cuentan con un calendario para empezar a elaborar las candidaturas. Los populares vuelven de su convención nacional, convertida en escaparate para atacar a Podemos y en una especie de terapia de grupo para hacer frente al retroceso que reflejan las encuestas, con todo por decidir. Y lo que es peor: con demasiados frentes abiertos todavía con la incógnita de la lista a las Cortes Valencianas o del liderazgo en la ciudad de Alicante y tambien en municipios importantes, caso de Orihuela y Benidorm, donde la tensión crece por momentos. Todo indica que la reunión de la cúpula nacional popular convocada para el 2 de febrero servirá, en principio, para iniciar el proceso pero sin garantías sobre las fechas. En Génova recuerdan, como apuntan las fuentes consultadas, que hace cuatro años se apuraron al máximo los plazos y que la selección de candidatos se gestionó con solvencia. Así que notables del PP de la Comunidad están convencidos de que Rajoy seguirá con esa misma estrategia.

El problema es que la situación de Fabra se ha convertido en un «tapón» para el resto de candidaturas. En otras comunidades como Extremadura o Andalucía, con liderazgos definidos, ya se están nombrando alcaldables. Pero en el caso de la Comunidad, a la vez que Génova vaya retrasando la decisión sobre los candidatos autonómicos -Rajoy tiene también otra «patata caliente» en Madrid- no se abordará, por ejemplo, la designación de los cabezas de lista de las capitales de provincia, con la resolución sobre la ciudad de Alicante -visible de nuevo en el tablero del PP tras la marcha de Sonia Castedo pero todavía sin proyecto, como se evidenció en la intervención de Miguel Valor durante la convención- en una de las carpetas pendientes de resolver. Mariano Rajoy no quería que la convocatoria -lastrada por la excarcelación de Luis Bárcenas y por el debate de la corrupción- se convirtiera, además, en el marco para negociar las candidaturas. Pero ahora tiene, sin ir más lejos, al PP de la Comunidad sin entrar prácticamente en campaña y pendiente casi en exclusiva de las listas electorales cuando los sondeos le conceden el peor resultado en los últimos veinte años.

Sin despejar la elección de Fabra ni tampoco la de la candidatura autonómica, otro complicado «sudoku» en tanto que los movimientos apuntan a una amplia renovación de un grupo en las Cortes que, además, tendrá bastantes menos sillones en la bancanda del PP, tampoco se puede solucionar la falta de liderazgo en la ciudad de Alicante, donde el grupo de concejales ahora «vive» pendiente de Miguel Valor a la espera de las listas. Un escenario que, por ejemplo, en el caso de Marta García Romeu y Juan Seva -convertidos en una especie de cordón sanitario del alcalde durante estos días-, colaboradores cercanos en su día de Sonia Castedo, ha levantado malestar en el PP. Pero tampoco, igualmente, se puede acabar con las dudas en otras cabeceras de comarca -las citadas Orihuela y Benidorm o, por ejemplo, Villena además de otros municipios donde habrá relevo como Almoradí- en las que el PP ya busca candidato. En Orihuela, la salida de Pepa Ferrando Pepa Ferrando, imputada y en contra de la «línea roja» contra los encausados por corrupción, de la presidencia del PP de Orihuela ha elevado al máximo el tono del conflicto. Y ahora mismo se intenta buscar un aspirante a contrarreloj.

Mientras que en Benidorm la tensión se ha disparado al surgir como aspirante el nombre del diputado Gerardo Camps con la oposición de la dirección local del PP. Altos cargos de la cúpula regional popular y también de la provincial avalan al exconseller de Hacienda como alcaldable. Creen que aportaría calma, facilitaría el consenso y tendría un «plus» de autoridad para apaciguar a la convulsa agrupación de Benidorm. Se le facilitaría, incluso, que pudiera mantener el escaño en el Congreso a cambio de encabezar la candidatura. Pero la cúpula local, encabezada por el exalcalde Manuel Pérez Fenoll, rechaza de plano esa opción. El sábado, de hecho, el también diputado provincial conversó con el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, a la salidad de una de las mesas de debate de la convención.

Y, encima, en tanto no se resuelvan todos esos frentes, tampoco se podrá empezar a ratificar ni a los candidatos ni las listas de los municipios de menos de 20.000 habitantes, una decisión clave para el futuro de la Diputación. Ese escenario alimenta la incertidumbre de numerosos alcaldes, presentes muchos de ellos en la convención, máxime cuando el resto de fuerzas, en su mayoría, ya tienen muy perfilados sus carteles electorales. La dirección regional apremia a la cúpula provincial, que tiene la competencia de nombramiento en localidades medias y pequeñas, para preparar el listado. Pero Génova no ha dado la orden de empezar. Así que, de momento, tienen que seguir esperando. Ya lo dijo el presidente del Gobierno en la clausura de la convención. «Es año de elecciones pero también de seguir gobernando», lanzó Mariano Rajoy en la intervención que puso punto y final a la cita popular de este fin de semana con la que se inicia de facto la precampaña electoral. A todos, por tanto, les toca aguantar... A los tiempos que marque Rajoy.

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