Hoy es un día clave para el éxito en la ciudad de Alicante de la operación Guanyem, la marca electoral impulsada por EU para tratar de sortear en los comicios municipales el «tsunami» que supone para sus aspiraciones el auge de Podemos, la formación que lidera Pablo Iglesias. La asamblea de Guanyem se reúne esta tarde para decidir la fórmula electoral con la que concurre a los comicios del próximo 25 de mayo. Puede pensarse que se trata de una cuestión legal o técnica. Nada más lejos de la realidad. Es el caballo de batalla que, en estos momentos, impide un acuerdo entre la «marca blanca» de EU y Podemos, una entente que podría resultar clave para el futuro gobierno del Ayuntamiento de Alicante.
Podemos decidió el lunes por la noche vetar cualquier acuerdo que no suponga concurrir a esos comicios municipales en Alicante como una agrupación de electores, una fórmula que obliga a legalizar la candidatura con un respaldo de firmas recogidas entre los ciudadanos. Por contra, desde EU insisten en conformar la candidatura como una coalición. No se trata de un asunto baladí. De quedarse con el poder legal de la lista ante la Junta Electoral, EU se contabilizaría los concejales con lo que ello supone a efectos de subvenciones -dinero contante y sonante que llega desde las arcas públicas a los partidos- y de la distribución de escaños en la Diputación. A Podemos no le importa la corporación provincial en tanto que su objetivo es acabar con esa administración y quiere centrarse en activar un cambio en los municipios donde presente lista.
Así que ambas organizaciones movilizaban ayer sus afines para la asamblea de esta tarde en la que se decidirá si se opta por la vía que abanderan sectores de EU o la que plantea Podemos. De imponerse la primera opción, el pacto se alejaría por completo. Dejar en manos de EU el engranaje legal de la candidatura como una coalición pura y dura es una «línea roja» que Podemos no está dispuesta a traspasar. Así que la opción de la formación de Pablo Iglesias pasa, de facto, por vencer en esa votación que se celebrará esta tarde y hacerse definitivamente con el liderazgo de Guanyem, hasta ahora impulsado casi en exclusiva por EU y una serie de colectivos situados en su órbita.
Así que, en el fondo, lo que se dilucida en la convocatoria de esta tarde no es una simple fórmula electoral sino el impulso de la plataforma y su orientación. A Podemos no le agrada ni un ápice que, en último extremo, la configuración de Guanyem se visualice como un pacto a la vieja usanza con EU. Desde Podemos -decidida a esperar para tomar una decisión sobre la fórmula electoral- consideran que, en estos momentos, Guanyem es una marca que se ha convertido en una especie de barco salvavidas de EU y apuestan por un acuerdo amplio que agrupe a más sensibilidades.
