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Fabra recorta 58 millones para la Ley de Transparencia

El Ejecutivo solo ha ejecutado el 16,9% de todo el gasto previsto en Educación

Enrique Montes, Juan Carlos Moragues y Julia Cuello, con los presupuestos, ayer en las Cortes. germán caballero

El anuncio del presidente Fabra en el Debate de Política General de las Corts sobre el incremento de fondos en Bienestar Social Bienestar Social se ha concretado en los presupuestos de 2015 con un aumento del 19%. El segundo departamento más beneficiado en el reparto es Economía, con un 9,5% más, debido, según explicó el conseller Moragues, a la apuesta por las políticas activas de empleo y al presupuesto del Servef, que crece en 29 millones. El presidente prometió en las Cortes generar 200.000 empleos.

La apuesta social se plasma también en las consellerias con mayor dotación de fondos: Sanidad, que representa el 32% del total y que contará con 5.492 millones, y Educación que, con 4.098 millones, supone el 23% del total. Ambas se han de contentar con unas cuentas de continuidad. Crecen un 2,2%, cinco puntos por debajo de la media del crecimiento, pero, al menos sobre el papel, se salvan de los recortes que pretendía Madrid. La Conselleria de Hacienda es la única que se aprieta el cinturón y pierde dinero: 244 millones menos, lo que supone un 0,4%.

En un año en el que será importante cortar cintas, Infraestructuras, el departamento que dirige la dos del PPCV, Isabel Bonig, contará con un 2% más; Gobernación y Justicia, 3,2 %, y Presidencia y Agricultura, un 3,7%. En el área que comparten el vicepresidente del Consell, José Císcar, y el núcleo duro del Palau, las renuncias, este año, son compartidas. Los programas más estrechamente ligados al presidente sufren pequeños ajustes, incluidos los que dependen de su mano derecha en el Palau, la secretaria autonómica de Organización, Esther Pastor. Con todo, el tijeretazo más espectacular es el de Promoción Institucional, que pierde un 34% en pleno año electoral cuando Fabra está más necesitado de promocionar su imagen. También el vicepresidente Císcar recibe este año un zarpazo en los programas de desarrollo del medio rural y ganadería, que ve compensado en un incremento para política de agua y agraria. Llamativa es la reducción de un 3,1% en el programa Transparencia y Participación Ciudadana. 58 millones menos, a pesar de que la transparencia es uno de los pilares del discurso de Fabra.

En materia de gasto, no hay novedades respecto a la regulación de la caja fija. A pesar del escándalo de los dispendios costeados por esta vía opaca en la legislatura pasada, Fabra mantiene el tope del 12% de los gastos de funcionamiento al que podría llegar a gastar el próximo ejercicio. A fecha de octubre hay gastados ya por esta vía 54 millones. La cantidad total no se sabrá hasta que no se cierre el ejercicio y condicionará la disposición de fondos en 2015. Con Fabra el gasto en caja fija se ha reducido: de los 173 millones desembolsados en 2010, último ejercicio completo con Camps, a los 82,7 gastados en 2013, según datos de Hacienda.

La Generalitat, en resumen, aprobará unos Presupuestos que crecen en la práctica totalidad de consellerias, a excepción de Hacienda. Pero en el anteproyecto de las cuentas, se evidencia, sin embargo, que la documentación puede quedar en papel mojado. Hasta septiembre de este año, por ejemplo, el Consell ha dejado bajo mínimos el capítulo de inversiones reales de sus distintos departamentos. Para muestra, un botón. La Conselleria de Educación, una de las que más volumen de fondos recibe para impulsar actuaciones, solo ha podido ejecutar durante los nueve primeros meses del año el 16,92% del dinero previsto para todo el ejercicio. La explicación es sencilla. El pasado año por estas fechas, cuando Juan Carlos Moragues presentó las cuentas de 2014, el área de María José Catalá contó con una asignación de 48 millones de euros para obras. Ya avanzado el año, el Ejecutivo autonómico reforzó esa partida a través de modificaciones de créditos y le inyectó otros 97,6 millones. En total, el dinero que se iba a destinar al capítulo VI de Educación se iba a elevar hasta los 145,7 millones. Pero la asfixia del Consell, por una parte, y las exigencias de recortes del Gobierno central, por otro, han propiciado que al cierre de septiembre, la Generalitat únicamente haya reconocido obligaciones en ese apartado por 24,6 millones.

El de Catalá no es el único departamento afectado por los tijeretazos. El porcentaje de ejecución de gasto también es exiguo en Sanidad, la Conselleria con más presupuesto todos los años. En los Presupuestos de este año, Alberto Fabra concedió 80,5 millones para obras en el ámbito sanitario. Con nueve meses ya contabilizados, el departamento de Manuel Llombart únicamente puede presumir de haber reconocido un 37,36% de esos gastos.

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