Hablar de Nino, en mi caso, resulta relativamente sencillo. Tuve la fortuna de entrenarlo tres temporadas en el C. D. Tenerife, dos de ellas en Segunda división y la tercera en Primera, y en las tres fue el máximo goleador del equipo. En la primera temporada hizo 21 goles en un equipo que quedamos en la mitad de la tabla; en la segunda consiguió uno de los mejores registros goleadores de la categoría con 29 tantos, fue «Pichichi· y el equipo logró el ascenso; y en la tercera temporada marcó 14 goles en la máxima categoría del fútbol español y en un equipo que acabamos descendiendo en la última jornada de la Liga.

Ya desde su fichaje tuvimos una relación especial porque siempre ha sido una pieza codiciada en la categoría, y aunque los entrenadores no solemos intervenir mucho en los fichajes, en este caso, y de la mano del director deportivo del Tenerife, Alfonso Serrano, me involucré mucho e hicimos una labor de «pico y pala» para intentar convencerlo de nuestro proyecto. Él tuvo muchas «novias», pero acabó cumpliendo su palabra y además luego correspondió el esfuerzo del club con un rendimiento extraordinario. Posteriormente a la etapa de Tenerife lo he querido fichar en todos los equipos donde he estado, pero a pesar del cariño, respeto y admiración mutua que nos tenemos, no se ha podido volver a dar.

Futbolísticamente hablando (no lo voy a descubrir ahora), es el mejor delantero al que he tenido la oportunidad de entrenar. Además de su ya conocido olfato goleador, Nino es un jugador muy completo: es listo, entiende el juego (y anticipa lo que va a pasar), tiene trabajo, se desmarca bien, ayuda al equipo a jugar porque se sabe asociar fenomenal, aguanta el balón como nadie, sabe jugar de espaldas, va bien de cabeza, € Aunque se ha desenvuelto en varias demarcaciones a lo largo de su carrera (punta, segundo punta y banda básicamente), y en todas a destacado, a mí personalmente en la que más me gusta es en la de punta referencia, y para mí es difícil de explicar que no haya tenido más protagonismo en Primera, a pesar de que su trayectoria es envidiable.

Profesionalmente es también un ejemplo: se cuida en todos los aspectos (alimentación, descanso, etc.), es disciplinado, entrena siempre al máximo, es una persona familiar y con valores, € de ahí que no me extraña que siga rindiendo y que se haya convertido en el futbolista que más veces ha vestido la camiseta del Elche.

Insisto en que todo lo que digo de Nino es relativamente sencillo porque son palabras que salen desde el corazón ya que es un jugador/persona al que conozco bien y me parece un ejemplo a seguir y al que le deseo que siga marcando goles, batiendo récords y ayudando a «nuestro» equipo a conseguir el ansiado ascenso.