La Generalitat tiene previsto aprobar por decreto y de forma inminente la modificación del Plan Integral de Residuos (PIR) de la Comunidad Valenciana cuya revisión afectará de lleno en algunos aspectos a las bases técnicas aprobadas por el Consorcio Vega Baja Sostenible para dotar de instalaciones de gestión de basuras a la comarca, según asegura Ecologistas en Acción.
Esta actualización, promovida desde 2016 a instancias del Gobierno de Rajoy para adaptar todas las normativas autonómicas, da preferencia, en el caso especial de la comarca de la Vega Baja que carece de instalaciones, a la puesta en marcha de plantas de transferencia de basura -proyectos en los que los residuos se preparan para su traslado posterior a vertedero o reciclaje-; la instalación de una red de ecoparques y «valorización de la fracción orgánica» al objeto «de dar el máximo apoyo posible a las recogidas selectiva en origen, puerta a puerta». Prioridad esta última que se recogía en las más de mil alegaciones presentadas por la Plataforma Residuo Cero Vega Baja y Ecologistas en Acción que se han incorporado al texto.
«Esto viene a invalidar cualquier proyecto de planta de valorización TMB», según valora el portavoz de Ecologistas en Acción, Carlos Arribas. Instalaciones de Tratamiento Mecánico Biológico (TMB) como la que ha presentado por segunda vez en un año OHL en San Miguel de Salinas -los técnicos tumbaron la primera por no ofrecer un nivel de reciclaje óptimo-.
Una tecnología que contempla un tratamiento con todos los residuos mezclados -algo incompatible con la separación en origen- y del que se obtienen subproductos que ya no se consideran como reciclaje como es el caso del combustible para cementeras o compost poco refinado -con mucha presencia de plásticos-.
Además el nuevo texto legal reduce las instalaciones de vertedero de eliminación a una única para toda la comarca -antes decía más de una-, varias de valorización y una de tratamiento de escombros y áridos. La revisión del PIR, que según las mismas fuentes dejaría desfasadas las bases técnicas aprobadas por el Consorcio en este mandato, establece incluso un calendario de modificación del plan de gestión para toda la comarca en función de las nuevas directrices.
Sin contenedores
La separación en origen, que ya se realiza en muchas poblaciones de Cataluña, Navarra y País Vasco, y en poblaciones pequeños de la Comunidad como experiencia piloto, contempla un calendario semanal por el que cada vecino saque en bolsas de basura una fracción determinada -tres o cuatro para orgánica a la semana- de residuos: cartón, papel, residuos orgánicos o envases.
Y que los operarios de limpieza la retiren de forma manual. Una recogida que no sería diaria y que permitiría hacer desaparecer buena parte de los contenedores.
El Consorcio aprueba 12 ecoparques fijos y cinco móviles
El Consorcio Vega Baja Sostenible, que gestiona las instalaciones de tratamiento de residuos de 27 municipios de la comarca, ha aprobado por unanimidad el proyecto de gestión de ecoparques de la Vega Baja. El plan contempla doce instalaciones fijas y cinco móviles que complementarán a «las plantas de transferencia que se desarrollen en la comarca». Según el organismo público, este proyecto «es fundamental» para la Vega Baja porque con él se podrá optar a las ayudas de los fondos FEDER para poner en marcha «el resto de ecoparques que necesitamos». Este proyecto es el primero de la provincia en adaptar su proyecto de gestión al Plan Integral de Residuos (PIR) de la Comunitat, lo que supone realizar una gestión mixta entre ecoparques fijos y móviles y permite el acceso a los citados fondos europeos. El estudio de viabilidad contempla una red de ecoparques fijos que estarían ubicados en Torrevieja, Orihuela casco, Redován, Rojales, Orihuela costa, Almoradí, Pilar de la Horadada, Catral, Guardamar del Segura, Benejúzar, San Miguel de Salinas y Los Montesinos.
