El Servicio de Gestión de Residuos de la Generalitat Valenciana ha informado desfavorablemente al proyecto de macroplanta de basuras presentado por el grupo OHL para tratar hasta 100.000 toneladas de residuos de la comarca en unos terrenos de San Miguel de Salinas. Ha sido el director general de Calidad Ambiental, Joan Piquer, quien ha dado a conocer este informe en el transcurso de la reunión del Consorcio de Residuos de la Vega Baja (Vega Baja Sostenible) que se ha celebrado esta tarde en la Diputación de Alicante. Piquer ha señalado que el informe es desfavorable "por motivos técnicos" a preguntas del alcalde de Redován, el popular Emilio Fernández, sobre el estado de ese proyecto. Ahora su tramitación debe pasar por la Comisión Técnica del Consorcio Vega Baja Sostenible quien, tras tener conocimiento de ese informe desfavorable, no continuará con la misma, desestimándose el proyecto de planta de basuras de OHL en San Miguel de Salinas.

Donde sí se ubicará una planta de transferencia de basuras será en Dolores. El proyecto encabezado por el ayuntamiento de esta localidad ya tiene luz verde una vez que el Consorcio Vega Baja Sostenible ha aprobado hoy la compra de la acción de la empresa Vaersa para que opere como medio propio de este consorcio. De esta manera no se perderán los 1,6 millones de euros de subvención de la Generalitat Valenciana para la ejecución de la planta de transferencia en Dolores (800.000 euros en el presupuesto de este año y otros 800.000 en el de 2019).

También se ha aprobado iniciar la red de ecoparques móviles en los municipios de la Vega Baja. Los representantes de los ayuntamientos gobernados por el PP han votado en contra de todos los puntos al asegurar que Intervención había realizado informes desfavorables a que Vaersa pudiera subcontratar más del 50% de la gestión. Sin embargo, la nueva Ley de Contratos de la Administración Pública, aprobada hace unos meses antes de la salida del popular Mariano Rajoy del gobierno central, permite superar esos porcentajes de subcontratación. La planta de transferencia de Dolores es una solución transitoria al problema de la eliminación de residuos en la comarca de la Vega Baja porque la comarca no tiene vertedero ni ninguna otra instalación donde gestionar los residuos de los 27 municipios.