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El infierno ya está aquí

El Hércules se asoma al abismo de Tercera tras caer goleado en La Nucía en un derbi marcado por la expulsión del central ÁlvaroPérez en el minuto 8

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La Nucía - Hércules: las imágenes del partido

¿Puede el Hércules caer más bajo? Puede. La Nucía empujó ayer al equipo de Jesús Muñoz a los puestos de descenso directo a Tercera y hurgó en la herida que sangra desde hace semanas en el Rico Pérez. El Hércules volvió a tocar fondo (prácticamente cada semana lo hace) al caer goleado ante un recién ascendido que le pasó por encima. Mal harían los conformistas en explicar la debacle únicamente en base a la discutible expulsión de Álvaro Pérez en el minuto 8. Esta acción cambió el partido pero el mal es otro, bien sencillo: el Hércules no compite desde hace varias semanas. Empató de milagro ante el Lleida (1-1), cayó ante el Castellón (1-0), mereció hacerlo frente al Mestalla (1-1) y ayer fue humillado. El conjunto de Jesús Muñoz es un cadáver, deambula por los campos y eso es un pecado mortal en cualquier categoría, pero especialmente en esta de pierna fuerte en la que los rivales te esperan siempre con el cuchillo entre los dientes por tu condición de histórico.

El partido estuvo absolutamente condicionado por la expulsión a Álvaro Pérez en el 8'. El central alicantino se dejó ganar la espalda por el delantero Titi y le derribó en la frontal del área cuando era el último zaguero. El madrileño Muñoz Piedra no lo dudó pese a que Pablo Íñiguez estaba cerca de la acción y mostró una roja directa que heló la sangre a Jesús Muñoz y a sus jugadores. El técnico sacrificó a Carlos Martínez, dejó a Jona solo como una isla en ataque y dio entrada a Fran Miranda como improvisado central por segundo partido consecutivo.

El Hércules pareció ajustarse bien sobre el campo con 10 durante unos minutos e incluso Borja probó suerte con un disparo desde fuera del área que no encontró portería. Pero fue un espejismo ya que La Nucía puso cerco a la meta de Falcón desde el minuto 22 y generó ocasiones de sobra para marcharse al descanso en ventaja, pero faltó puntería y emergió una vez más la figura de Falcón.

En el 22', Juanan cabeceó alto ante el meta tras un despiste en la marca de Yeray y un minuto después el delantero Titi remató también fuera con la testa un cetro de Hermosa desde la izquierda tras colarse entre Miranda e Íñiguez. En el 26', de nuevo Titi fue el protagonista al adelantarse a Fran Miranda y cruzar demasiado ante Falcón con la zurda. El Hércules no daba dos pases seguidos, perdía el balón a una velocidad de vértigo y nadie tenía la personalidad de levantar la cabeza y sacar al equipo del atolladero.

En el 32, un pérdida de Pablo Íñiguez, de nuevo en su versión gris, propicio un ataque fulgurante entre Miñano y Cabezas que acabó con un remate del segundo delante de Falcón que repelió el portero con la pierna. Tres minutos después, el central Neftalí se encontró el balón sin dueño dentro del área tras un saque de esquina pero su remate se estrelló en el palo para incredulidad de Ferrando desde el banquillo. Antes del descanso La Nucía tuvo dos oportunidades más para abrir el marcador: en el 41', Olmedo mandó el balón al larguero de su propia portería en su despeje a centro de Moreno; y en el 44' se lució una vez más Falcón a remate de Cabezas.

El empate sin goles era un botín suculento para el Hércules pese a que el punto le condenaba a los puestos de descenso a Tercera tras la victoria del Nàstic (2-0) en estreno de Seligrat. Pero sin un cambio de actitud en los jugadores era imposible creer en el milagro. Y bien pronto se demostró porque en la primera acción del segundo acto llegó el 1-0, obra de Morgado tras una gran acción individual. El atacante comenzó la jugada en la banda izquierda, recortó hacia dentro, superó la débil oposición de Borja y desde la frontal superó a Falcón con un extraordinario disparo cruzado con la derecha pegado al palo.

La Nucía pudo sentenciar tres minutos después pero desperdició un tres contra un porque Miñano tropezó con Olmedo y le derribó cuando era el último zaguero. La única ocasión del Hércules en todo el partido llegó en el 59', un minuto antes del 2-0. El canterano Olmedo, de nuevo titular tras ser señalado ante el Mestalla por su cambio en el 39', puso un buen balón desde la derecha que Jona cabeceó pero demasiado centrado, sin problemas para Fornés. Segundos después, Cabezas cabalgó a la contra por la banda derecha y puso el esférico en la cabeza de Titi, que en el segundo palo empujó el balón a la red y mató el derbi.

El Hércules bajó aún más los brazos y no dio la más mínima sensación de ir a por el partido. Muñoz quiso aportar energía con la entrada del colombiano Alvarado y del punta Benja, pero fue en vano porque La Nucía campaba a sus anchas por el Olímpico Camilo Cano.

El cuadro de Ferrando puso el broche a su gran partido con un gol a la contra de Agüero en el 91' y los jugadores del Hércules aguantaron con estoicismo la bronca de los 300 aficionados desplazados hasta la Marina Baixa.

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