La artillería del Hércules cotiza al alza. Parte de culpa de la reconstrucción serena que lleva a cabo el equipo de Jesús Muñoz la tiene el trío de delanteros blanquiazules (Benja, Carlos y Jona), que ya suman ocho dianas en las primeras diez jornadas de competición.
Una cifra que no conseguían los arietes del Hércules desde la temporada 10-11, entonces en Primera División, cuando Trezeguet (5) y Valdez (4) llevaban nueve tantos en las diez primeras citas. Sin embargo, el hecho de que los tres «9» hayan marcado gol tan pronto trasciende aún más al pasado reciente del club. De hecho, nunca antes en Segunda División B el trío de delanteros del Hércules había «mojado» en las primeras diez jornadas.
Los 10 puntos con los que cuenta ahora el Hércules tienen la firma indivisible de Benja, Carlos Martínez y Jona. En el primer partido del curso, en El Prat, un gol de Benja sirvió para sumar un punto, el primero antes de la debacle que le costó el puesto a Lluís Planagumà y que dio con los huesos del Hércules en los puestos de descenso a Tercera División. A comienzo de este mes de octubre reaparecieron los goles de los delanteros. Carlos Martínez, que había aparecido una semana antes en Llagostera, cerraba ante el Barça B una goleada que había comenzado a coger vuelo con dos goles de Benja.
Carlos prolongaba su idilio con el gol dos semanas más tarde, en la victoria ante el Ebro, con un doblete que le coloca como máximo goleador del equipo con cuatro tantos. Jona, el tercero en discordia, entraba por fin en escena el pasado domingo en Cornellà, con un gol que dio tres puntos al Hércules de Jesús Muñoz, en su primera victoria a domicilio de la temporada.
De momento para Jesús Muñoz Carlos es imprescindible y el delantero catalán ha sido titular en los cinco partidos que el técnico lleva al frente de la nave blanquiazul. En cuanto a su acompañante ha ido variando y el resultado está siendo francamente productivo. Muñoz inició su periplo en el Hércules con Jona, aunque después optó por Benja durante tres jornadas seguidas. En Cornellà, el pasado fin de semana, recuperó de inicio al ariete hispano-hondureño, que se reencontró con el gol tras 707 minutos de sequía.
Caminos cruzados
La trayectoria en el Hércules de la terna actual de delanteros ha sido bastante diversa y salpicada de varios baches. Carlos Martínez llegó el pasado verano como apuesta del director deportivo, Javier Portillo, y el catalán devolvió esa confianza con goles. En total 13, algo que no había conseguido ningún delantero del Hércules en este largo peregrinaje por Segunda División B que ya suma seis temporadas. Sin embargo, Carlos atravesó un verano, este último, complejo. Su petición por mejorar sus emolumentos, a su parecer distanciados a los de sus dos compañeros (que llegaron con el curso empezado), cayó en saco roto y en el club no modificó su contrato. Con esa decepción avanzó el verano, que no mejoró porque en el último encuentro de pretemporada recibió un golpe en las costillas que le privó de comenzar la temporada.
Benja llegó con el curso rodado, incluso con el mercado invernal cerrado pero con la ventana abierta por la grave lesión de Emaná. Su primer gol tardó muy poco en llegar, tras apenas 34 minutos de juego como herculano. Terminó la temporada con cuatro dianas, menos de las esperadas, y pasó el verano en blanco por una lesión en el sóleo. Sin embargo, Planagumà le dio unos minutos en la primera jornada, aun sabiendo el riesgo que podía correr, y Benja respondió con gol. Ya lleva tres.
Jona está de enhorabuena. En Cornellà marcó después de dos años sin ver puerta. Por supuesto que fue su primer gol como herculano y el lunes prometió que iba a ser «el primero de muchos». Llegó en enero antes que Benja pero pronto Planagumà le relegó a la intrascendencia. Su estado físico tampoco ayudó. En verano fue el «9» titular por la lesión de Benja y tampoco aplacó las críticas. No obstante, la llegada de Muñoz al banquillo le ha devuelto la sonrisa. En Andorra ya avisó con un remate al poste y un gol anulado. En Cornellà se quitó un lastre bíblico de encima.
Este Hércules luce por fin armamento y lo hace en el momento en el que ha encontrado la seguridad defensiva que deseaba. Todo se alinea y el Hércules tiene mucho que ganar.
