La Ponferradina de Isaac Palazón «Isi» forma parte desde anoche de la historia negra del Hércules. El recital del extremo murciano, con doblete incluido, congeló un Rico Pérez lleno a reventar (27.000) y hundió al conjunto de Planagumà, al que sólo le vale la machada del 0-3 en El Toralín el sábado que viene para cumplir con el objetivo del ascenso. Los números dicen que es posible, pero la realidad es tozuda y es innegable que el Hércules quedó anoche tendido sobre la lona, en coma y con las constantes vitales demasiado débiles.
Era el día grande, la ciudad estaba volcada y el batacazo fue monumental, histórico, impropio de un equipo cuyas señas de identidad eran la solidez defensiva y el rigor táctico. Isi hizo trizas todo en la primera parte con dos goles de bandera. El primero a los cinco minutos de arrancar el duelo. El extremo zurdo actuó a pierna cambiada en la derecha, se fue hacia dentro y conectó un disparo que envió el balón a la escuadra, imparable para Falcón. Ver para creer. El Rico Pérez no daba crédito y los 400 seguidores bercianos se desgañitaban en lo alto de la Grada del Mundial.
El 0-1 dejó a todo el mundo con mal cuerpo, pero quedaba todo el partido por delante y el desarrollo del mismo pudo cambiar apenas cinco minutos después, cuando Benja se plantó solo delante del portero tras una recuperación y asistencia de Chechu Flores a la espalda de los centrales. El ariete tuvo todo el tiempo del mundo para definir y varias alternativas para enviar el balón dentro de la portería, pero se empequeñeció y estrelló el cuero en el cuerpo del portero para desesperación de la grada.
Este gol hubiera devuelto la fe al Rico Pérez, el miedo a la Ponferradina y hubiera dejado las espaldas de nuevo en todo lo alto. Pero minó la moral de los jugadores de Planagumà, especialmente erráticos, nerviosos e imprecisos. Las líneas bien plantadas del cuadro berciano eran infranqueables y no había control del partido por ningún lado. En el 36', Falcón voló a la escuadra para evitar el 0-2 de Dani Pichín pero un minuto después no pudo hacer nada porque Isi golpeó más fuerte al balón y la dirección era idéntica. Segundo gol de bandera del murciano.
Con el segundo mazazo el Hércules quedó completamente grogui a merced de la Ponferradina de Bolo y su delantero Bravo tuvo el 0-3 en el 43', pero se quedó sin ángulo para batir a Falcón.
En una decisión difícil de entender por lo cuesta arriba que se había puesto la eliminatoria, Planagumà decidió no mover nada en el descanso. El Hércules tampoco salió en tromba pero sí dispuso de dos buenas ocasiones para recortar distancias nada más comenzar el segundo acto. En la primera, Carlos Martínez no acertó a marcar en posición inmejorable dentro del área. Su disparo fue rechazado por un zaguero y el balón no quiso entrar y se marchó cerca del palo de manera agónica.
En la segunda, Chechu Flores, especialmente errático anoche, remató a las manos del portero muy blando tras un centro pasado de Jesús Alfaro al que no llegó el lateral.
Estas dos ocasiones no llegaron fruto del buen juego, sino de sendas acciones aisladas ya que el amo y señor del partido fue la Ponferradina, incluso con cánticos de «ole, ole» desde la Grada del Mundial. El Hércules no supo reaccionar, su entrenador tampoco y Falcón evitó el 0-3 tras un cabezazo del central Trigueros en un saque de esquina. Nada pudo hacer el meta gaditano poco después (67') cuando Kaxe recibió un buen balón entre líneas dentro del área mientras la defensa del Hércules intentaba salir y recomponerse. El ariete vasco lo cruzó con eficiencia y cerró la eliminatoria.
Ante la incomparecencia de «pesos pesados» y jugadores llamados a marcar la diferencia a la hora de la verdad como Chechu Flores, Carlos Martínez o Benja, la entrada de Juli revitalizó el ataque, moviéndose con libertad y llevando el balón a las bandas con criterio.
A partir del minuto 80 se sucedieron las ocasiones claras para el Hércules, pero Carlos mandó el balón muy desviado de manera incomprensible cuando tenía toda la portería para él, Jona se topó con el palo y Alfaro con la inspiración de Manu, que voló al palo. Cuando el partido agonizaba y nadie confiaba ya en que llegara el gol, Samuel enganchó en el segundo palo un balón servido desde la izquierda para batir al meta por arriba en la última acción del duelo.
El 1-3 permite a los seguidores más optimistas soñar con la remontada en El Toralín, a imagen y semejanza del Mallorca anoche en Son Moix, que celebró el ascenso a Primera gracias al 3-0 firmado ante el Depor. La empresa que tiene el Hércules es aún más complicada ya que necesita el mismo resultado pero a a domicilio, en uno de los campos con mejor ambiente de Segunda B y en el que la Ponferradina tendrá preparada la gran fiesta por el ascenso.
El cuadro berciano congeló anoche el Rico Pérez con su eficacia y condenó al equipo de Planagumà a seguir otra temporada más en el pozo. Es tan duro de asumir después de toda la ilusión generada en Alicante que los jugadores deben dejarse la vida para intentar el milagro en El Toralín. No queda otra. Ya habrá tiempo para lamentos y tomas de decisiones.
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