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Adiós al Tiki Beach de Benidorm

Los propietarios de este local cierran para cumplir con la sentencia judicial que obligaba a clausurar este negocio tras la denuncia de los vecinos

El cierre ha despertado la curiosidad de turistas y vecinos. Carlos Brendel

Lunes, 18 de febrero. Como cada día, los turistas, sobre todo ingleses, pasean por la playa de Levante bajo el sol de Benidorm en la parte más cercana al Rincón de Loix. Sin embargo algo ha cambiado en la primera línea: unas vallas tapan lo que hasta ayer era uno de los locales más concurridos de esta parte de la capital turística; y también uno de los más polémicos. La expectación por lo que sucede detrás de esas lonas es mucha, casi la misma que la sorpresa de aquellos que pasan por delante. Se trata del Tiki Beach Benidorm, un local de ocio que ayer cerró sus puertas para dar cumplimiento a una sentencia judicial que pesaba sobre su cabeza desde hacía tres años.

Este polémico negocio expiró su último aliento el domingo. Hasta las 18.00 horas, los turistas ingleses aún se pudieron tomar su cerveza fría al ritmo de la música y de los últimos rayos de sol. Un poco más tarde, las vallas llenaron la terraza que antes copaban las mesas y sillas.

Ayer sólo se oía el ruido de las máquinas y los martillos. Los propietarios del Tiki Beach acataban así la sentencia que obligaba al cierre del mismo, entre otras cuestiones, por exceso de ruido. La última de ellas, la del Tribunal Supremo en septiembre de 2018 donde no se admitía el recurso extraordinario por infracción procesal y de casación que interpusieron los propietarios de este establecimiento.

Los vecinos denunciaron al local por el ruido. Un juzgado les dio la razón y, en 2016, la Audiencia Provincial ratificó el cierre que certificó el Supremo en 2018. El proceso judicial arrancó con una denuncia de la comunidad de propietarios del edificio Margarita, en cuyos bajos se encuentra este pub y otros locales, por el elevado ruido de la música junto al ambiente desenfrenado de los clientes que se concentraban en el Tiki Beach, en su mayoría turistas extranjeros. El juez dio la razón a los vecinos y decretó el cierre dando por resuelto el contrato de arrendamiento. En abril de 2016, la Audiencia Provincial volvió a dar la razón a los propietarios al ratificar el mismo. No obstante, los titulares del bar volvieron a recurrir ante el Supremo para evitar esa clausura y fue hace cinco meses cuando la alta sala desestimó la solicitud de los dueños dejando una sentencia firme contra la que nada ya se podía hacer.

Ayer llevaron a cabo ese cierre y comenzaron a vaciar el local. Según las fuentes consultadas por este diario, los propietarios acatan así la sentencia y acaban con «tres años de persecución». Pero además, están realizando una serie de obras para restablecer la legalidad urbanística. Para ello, han retirado el quiosco de 3 metros por 3 metros que ocupaba parte de la terraza del negocio.

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La actividad ayer era frenética en primera línea de playa y llamaba la atención de aquellos que pasaban por delante. Algunos empleados se afaenaban en sacar los restos de bebidas y enseres de dentro del local para cargarlos en un camión apostado en el paseo. Dentro, los operarios, martillo y maquinaria en mano, quitaban parte de las barras y algunos muros de la terraza. Una valla que apenas dejaba ver cubría toda la parte exterior del local y dentro se veían ladrillos y cemento aunque no se aclaró cuál va a ser su uso.

Por ahora, según ha podido saber este diario, el local se queda sin actividad y el Tiki Beach echaría el cierre para siempre como tal. Sin embargo, según las mismas fuentes, en el mismo se podría abrir cualquier otro negocio o, incluso, uno similar mientras cumpla con toda la normativa.

Con todo, hasta saber qué ocurre con el mismo, los vecinos mostraban ayer su alegría al comprobar que no habría más música por ahora.

Mientras, en la calle, a los usuarios que paseaban por la mañana por este paseo les podía la curiosidad y se acercaban a comprobar qué estaban haciendo exactamente en uno de los locales de ocio más conocidos y polémicos de Benidorm.

Entre los hierros y retirando las telas intentaban contemplar las obras. Algunos se acercaban a los trabajadores para saber algún detalle del cierre. Más teniendo en cuenta, como explicó uno de los vecinos, que «ayer (por el domingo) y todo el fin de semana ha estado lleno hasta la bandera». Pero este lunes el único ruido que quedaba era el de los obreros.

Cámara en mano

No todos parecían enterarse ayer que uno de los locales a dónde solían ir estaba cerrado. Un grupo de jóvenes ingleses caminaba directo hacia la terraza cuando de repente alzaron sus miradas y se toparon con la valla. «¿Qué ha pasado?», afirmaron en inglés. Después sacaron sus móviles para hacerse fotos delante del local que había cerrado sus puertas.

Fueron muchos los que ayer retrataron lo que estaba ocurriendo desde la arena o el paseo e incluso hicieron vídeos para enviárselos a sus amigos que conocían este local. Una pareja de españoles indicaba a su paso: «al final lo han cerrado, los vecinos van a descansar». Mientras, otra pareja de ingleses mostraba su tristeza por encontrarlo cerrado después de «muchos años viniendo a este local».

Otro proceso judicial abierto que sigue su curso

El cierre del Tiki Beach de Benidorm llega cinco meses después de que el Tribunal Supremo ratificara lo dicho por un juzgado de Benidorm y la Audiencia Provincial. Pero este proceso no es el único que había en los tribunales. Los propietarios del negocio presentaron el pasado mes de enero un recurso ante la Audiencia Provincial de Alicante contra la sentencia dictada el pasado 10 de diciembre por el Juzgado de lo Penal 1 de Benidorm, que absolvió del delito de falso testimonio a un testigo cuya declaración fue crucial para que se dictara la sentencia que ordenaba el cierre del local. Los servicios jurídicos del Grupo Tiki aseguraron en ese momento además que la Fiscalía de Benidorm se había adherido a este recurso en un escrito presentado el 14 de enero en el que mantenía que «de las manifestaciones que el acusado vertió en el juicio oral, se desprende que el mismo faltó a la verdad». Fuentes cercanas a la empresa manifestaron que «este proceso sigue en marcha» y que esperan que en dos o tres meses haya una resolución.

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