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Los conejos causan en Agost y Monforte pérdidas en la cosecha de uva de mesa

La plaga genera cada año más estragos en los viñedos sin que la ampliación de los periodos de caza haya tenido aparentemente efecto alguno

Una viticultora muestra los daños causados por los conejos en su explotación de Agost. J. A. R.

Un paseo por la zona de viñedos entre Agost y Monforte del Cid puede ser casi como un pequeño safari si se realiza por la noche, o cuando empieza a salir o ponerse el sol. Miles de conejos campan a sus anchas arrasando con la cosecha de uva de mesa embolsada del Vinalopó. Ya sea en coche, bicicleta o caminando, se pueden ver sin ningún problema decenas y decenas de estos mamíferos, y hay que ir con cuidado, porque no hay que descartar que algún conejo acabe arrollado por el vehículo. El camino no está exento de cadáveres.

La voracidad de estos animales es extrema y están causando daños de hasta el 78% en las explotaciones de estas zonas. Dependiendo de las «medidas de seguridad» que tenga la finca, la permeabilidad de su vallado y otras variables, se pueden ver más o menos conejos dentro de los campos. Pero es fácil verlos por docenas devorando las vides.

Los agricultores de la zona reclaman más batidas de cazadores y que se mantengan todo el año, porque campaña tras campaña la situación empeora, aunque esa decisión es en última instancia de la Conselleria de Medio Ambiente. En Agost esta semana está prevista una reunión entre agricultores y el Ayuntamiento para abordar esta problemática y buscar soluciones, mientras que en Monforte del Cid desde el pasado fin de semana se han redoblado las batidas.

La presidenta de la Cooperativa Agrícola San Ramón de Agost, María López, explica que la situación es «insostenible», ya que los animales se comen hasta el sarmiento, y también acaban con las nuevas vides que se plantan para sustituir las que han «matado» en años anteriores. Y es que su voracidad no parece conocer límites. «Antes no tocaban las vides, se comían las hierbas, pero ahora no tocan las hierbas y devoran los cultivos», relata López.

La presidenta de la cooperativa señala que aunque se han ampliado los periodos de caza por parte de la Generalitat, esto no parece haber tenido efecto alguno, por lo que reclama más batidas y otras medidas para poder frenar esta situación. El primer edil de Agost, Juan Cuenca, reconoció a este medio que la plaga está causando graves daños y que tienen que buscar una solución.

Igualmente la alcaldesa de Monforte del Cid, María Dolores Berenguer, admitió también que cada año es peor y que los campos están plagados de conejos, lo que ha llevado a que desde el pasado fin de semana se intensifiquen las batidas de los cazadores.

Daños por las temperaturas

A esta situación hay que sumar que el calor extremo de las últimas semanas ha acabado con el 25% de la uva más temprana y ha obligado a triplicar el riego, por lo que los viticultores no ganan para desgracias. Las variedades intermedias y tardías también han experimentado una merma en su producción porque las temperaturas superiores a los 40 grados mantenidas varias días ha quemado los racimos. Igualmente, al dispararse el consumo del agua por esta situación la rentabilidad de la cosecha en el Vinalopó se está desplomando.

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