«Es duro. Todavía lo estamos asimilando». El instituto Ifach de Calp y toda la comunidad educativa del municipio están de luto. A las 8 de la mañana de ayer, nada más iniciarse las clases, Francisco, el profesor de lengua y literatura castellana, se desplomó en la sala de guardias y quedó inconsciente. Sus compañeros, los sanitarios y el médico del SAMU intentaron reanimarlo durante más de media hora. Pero no lograron recuperarle el pulso. El docente, de 51 años, falleció. Los sanitarios tuvieron que atender a otra profesora que se desvaneció. Todo el centro quedó en estado de shock. El profesor, que era natural de Vinaròs, llevaba ya más de diez años dando clase en Calp, municipio en el que también residía.

La dirección del centro decidió mantener a los alumnos en clase. En ningún momento vieron al profesor pero se anuló la música que suena entre clase y clase. Sobre las 10 horas, se optó por suspender las clases y avisar a las madres y padres de los estudiantes para que acudieran a recogerlos. Al tiempo, la Cruz Roja envió equipos de apoyo psicológico por si era necesario atender a algún joven. Europa Press indicó que los trabajadores sociales de esta entidad asistieron a los hijos y a la exmujer del fallecido.

La conmoción era enorme en el centro, en el que estudian más de un millar de alumnos. El CICU (Centro de Información y Coordinación de Urgencias) indicó que, tras llamar los profesores al 112, una médico coordinadora les dio instrucciones por teléfono para que iniciaran las maniobras de reanimación mientras llegaban los sanitarios. Pronto llegaron una primera ambulancia de SVB y, a continuación, un SAMU. El médico y los sanitarios realizaron al docente de castellano maniobras de reanimación cardiopulmonar avanzada, pero el docente ya no volvió en sí y falleció. Ahora se le realizará la autopsia. Todo apunta a que sufrió un paro cardiaco.

La Conselleria de Educación ha puesto a disposición del instituto orientadores y psicólogos que ayuden a toda la comunidad educativa a encarar el duelo.

Desde el centro indicaron que todos, docentes y alumnos, estaban muy afectados. Insistieron en que la prioridad fue evitar que los jóvenes pudieran ser testigos de situaciones que hiriesen su sensibilidad.