El turismo de calas va a más. Es imparable. El verano no ha hecho más que empezar y les Rotes, en Dénia, y la Barraca, Ambolo y la Granadella, en Xàbia, ya están hasta los topes de coches. El Ayuntamiento de Dénia llama a utilizar el autobús en les Rotes. Y el de Xàbia toma medidas más drásticas como la de cerrar al tráfico por segundo año la Granadella. El cierre se hará efectivo la próxima semana, el día que ya entre en funcionamiento el servicio de trenet turístico que se acaba de adjudicar y que sustituye al autobús que funcionó el pasado verano.

Pero no solo triunfan las calas del escarpado litoral de Dénia, Xàbia y el Poble Nou de Benitatxell. Los bañistas buscan parajes todavía más salvajes. Y a menudo no son conscientes de que los lugares más bellos esconden inesperados peligros. Un tramo que cada vez atrae a más turistas es el de la antigua pesquera del Sòl del Barranc, que está entre Ambolo y la Granadella. El lugar es paradisiaco. Meterse en el mar es lo más fácil. Se salta desde la roca. Pero salir es otra historia. Ahora hay una cuerda. Los bañistas trepan agarrados a ella. Pero, antes de tirarse al agua, es imprescindible escrutar el estado del mar. Si hay oleaje, salir a tierra resulta muy complicado. Más de un turista ha acabado magullado al golpearle la marea contra las rocas. Y los socorristas también han acudido aquí en anteriores veranos a rescatar a bañistas exhaustos que no podían salir del mar.

Este abrupto litoral esconde sinuosas sendas (las antiguas pesqueres). También hay cuerdas en el barranco que lleva a la cala dels Testos, en el Poble Nou de Benitaxell. Están colocadas en paredes de roca de varios metros de altura. Bañistas que van a esta cala a pasar el día se descuelgan cargados con neveras.

Estos tramos rocosos no son aconsejables para los turistas de campo y playa. Pero se corre la voz (las dichosas redes sociales) y todos quieren descubrir las calas secretas.

Rotonda

La Barraca, la cala de moda, ya está hasta los topes de coches. El departamento de Servicios de Xàbia ha creado al final de la calle, justo donde comienza el acceso peatonal a la playa, una rotonda para paliar los colapsos. También ha repintado las zonas de aparcamiento. Está prohibido estacionar en la curva que en veranos anteriores se llenaba a ambos lados de coches. Xàbia también tiene lista la parada para el «trenet» de la Granadella. El trenecito se pondrá en marcha la próxima semana y entonces se cerrará a los coches el vial que lleva a esta playa. Los bañistas bajarán en tren.