El hallazgo de la caja negra encontrada en el avión Airbus A320 de Germanwings permitirá arrojar algo de luz a las causas del accidente. La caja encontrada es el registrador de voces en cabina (CVR), el dispositivo que graba las voces y el sonido ambiente en cabina. El ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve, ha explicado que pese a que la caja encontrada está dañada, será "posible" recuperar sus datos para tratar de esclarecer las causas del accidente.

Imagen de la caja negra

En el momento del siniestro las condiciones meteorológicas eran buenas y el aparato no emitió ninguna alerta antes de perder en tan solo 8 minutos unos 8 kilómetros de altura. Este hecho justifica que en este momento todas las hipótesis sobre lo que pudo ocurrir para que el avión A320 se estrellara en los Alpes continúan abiertas. También un posible atentado, aunque Bernard Cazeneuve ha explicado que en este momento "la hipótesis del atentado no es la hipótesis principal" para explicar las causas del accidente.

Por ahora, la pista fundamental sobre lo que pudo ocurrir apunta a un posible fallo técnico. Según el diario alemán 'Der Spiegel', el lunes el aparato siniestrado ya tuvo un problema en la puerta del tren de aterrizaje que le impidió volar durante toda la jornada. Este fallo, sin embargo, se solucionó y permitió que el martes el A320 pudiese volar hasta su fatal desenlace.

Posible congelación de los sensores

Otra de la posibles hipótesis apunta a que los sensores del avión podrían haberse congelado, transmitiendo datos erróneos al navegador. Esto también podría explicar la brusca caída del aparato en unos pocos minutos. Teniendo en cuenta las bajas temperaturas en la zona en la que ocurrió el siniestro, ésta es por ahora una de las principales hipótesis que apuntan los expertos.

Pincha en la imagen para ver el gráfico de cómo ha sido el accidente:

Los A320 van equipados con sensores que analizan en todo momento la velocidad y la altura del aparato. Si detectan que la velocidad decae, el sistema informático reacciona inclinado su trayectoria para ganar velocidad. Se han dado casos, sin embargo, en los que las bajas temperaturas han congelado el sistema y han proporcionado datos erróneos a la tripulación sobre la auténtica velocidad y altura del aparato, haciendo ingobernable la aeronave.

Precisamente, un avión de Lufthansa que transportaba 109 pasajeros y que realizaba la ruta Bilbao-Munich estuvo a punto de caer el pasado 5 de noviembre por esta misma causa. La aeronave se encontraba a 9.000 metros de altura y empezó a caer también 1.000 metros por minuto. Afortunadamente, los pilotos se percataron de la situación y pudieron desconectar el piloto automático y tomar el control de la nave antes de sufrir un fatal accidente.

Según Der Spiegel, la compañía Lufthansa -propietaria de la aerolínea de bajo coste Germanwings- ha constatado incidencias de este tipo en otros 10 aviones, lo que motivó en su día que se cambiaran los sensores en unos 80 aviones Airbus A321.

En junio del 2009, un avión Airbus A330 de Air France se estrelló en el océano Atlántico con 228 personas a bordo. La investigación final concluyó que la causa del accidente fue precisamente la congelación de los tubos Pitot que indican la velocidad de la nave, lo que provocó que la tripulación recibiera datos erróneos y no se percataran que se dirigían hacia el agua.

Posible despresurización de la cabina

Otra de las hipótesis en las que se trabaja para explicar el accidente del avión de Francia es que pudo producirse una despresurización de la cabina, ya que el A320 después del alcanzar los casi 12.000 metros de altitud, descendió a unos 3.300 metros, según los datos del radar.

Cuando se produce una despresurización de la cabina, los pilotos usan unas bombonas de oxígeno que tienen autonomía para 10 minutos que hacen descender el aparato. Eso fue precisamente lo que ocurrió con el vuelo del Airbus A320 estrellado.

Sin embargo, el misterior es por qué en ningún momento los pilotos intentaron seguir la ruta de escape que se sigue cuando se sobrevuelan los Alpes como procedimiento de emergencia. Esta circunstancia hace pensar que quizás los pilotos se encontraban incapacitados, lo que hace pensar que pudieron sufrir un desvanecimiento.

En cualquier caso, pese a estas hipótesis, por ahora son todo conjeturas y especulaciones. A la espera de lo que se recoja en la caja negra recuperada y en la que todavía falta por hallar -en la que figuran los datos técnicos del vuelo-, los expertos han arrancado ya una investigación que se prevé larga y extremadamente laboriosa.