Ucrania se ha visto inmersa en una grave crisis desde noviembre de 2013. Las protestas ciudadanas contra las decisiones del gobierno para acercarse a Europa desembocaron en un conflicto , que se ha quedado a las puertas de la guerra civil.

Los inicios

La población ucraniana empieza a protestar a finales de 2013 contra las políticas del presidente Yanukóvick. Bajo el lema 'Levántate Ucrania', los ucranianos muestran su descontento con la gestión política.

La presión contra el gobierno de Yanukóvich aumenta con la decisión del Ejecutivo de no firmar el Acuerdo de Asociación con la Unión Europa. Esta decisión suponía que el gobierno ucraniano se alejaba de Europa y se acercaba a Rusia. La intención de Kiev era presentar un acuerdo a tres bandas entre la UE y Rusia.

La incursión de Rusia desata la ira de la oposición ucraniana, que impulsa la mayor manifestación desde la 'Revolución Naranja'. A esta marcha le seguirán otras a las que hace oídos sordos Yanukovich, que anuncia un acuerdo comercial con Rusia.

Las protestas se radicalizan

Ucrania sigue apostada en las calles y pide elecciones anticipadas por la gestión de Viktor Yanukóvich.

Las protestas se radicalizan y la oposición bloquea el parlamento ucraniano. El gobierno responde con concesiones como la amnistía a los detenidos en las protestas y derogando las leyes mordaza. Finalmente, Yanukóvich accede a reformar la Constitución y consensua un proyecto con la oposición.

Este acercamiento resulta insuficiente para los manifestantes, que intensifican sus protestas. Los disturbios provocan decenas de muertos y centenares de heridos. La violencia vuelve a alejar al Gobierno y a la oposición.

Las víctimas por los choques entre los manifestantes y el Ejército siguen creciendo y Europa y Rusia vuelven a entrar en baza. Mientras la UE pide sanciones a Ucrania, Rusia habla de golpe de Estado en Kiev. Los grupos más radicales, que toman la plaza de la Independencia de la capital ucraniana, rechazan cualquier tipo de acuerdo y toman las sedes del Gobierno.

Finalmente, en febrero de 2014, caerá Yanukovich y se ordenará la liberación de la ex primera ministra Timoshenko. El sustituto del depuesto presidente será la mano derecha de esta última, Turchinov.

Crimea

La inestabilidad política en Ucrania se mira con lupa desde Bruselas y desde Moscú. Mientras Europa pide la unidad de la exrepública soviética, Moscú critica al nuevo Ejecutivo de Kiev.

La tensión con Rusia se traslada de Kiev a Crimea. Esta península, de mayoría prorrusa, ve como su población se manifiesta dividida entre los grupos pro y antirusos. Los disturbios desembocan en la toma, por parte de grupos prorrusos, del parlamento de Crimea.

En febrero, Kiev acusa a Moscú "de invasión armada y ocupación"en su territorio con militares que no se identifican. En mazo, el Consejo de la Federación rusa aprueba una intervención militar en Ucrania.

La tensión se acrecenta y Putin accede a crear un "grupo de contacto" ante las advertencias de Obama de las consecuencias que puede tener la participación rusa en el conflicto de Crimea. La comunidad internacional aprovecha la cumbre del G8, celebrada en Sochi en marzo de 2014, para mostrar su castigo a Rusia y no acude a la cita.

Al margen del cruce de acusaciones en el exterior, el Parlamento de Crimea convoca un referéndum para que su población vote si quiere seguir en Ucrania o unificarse con Rusia. El 16 de marzo de 2014 los crimeos acuden a las urnas y un 96,7% de los votantes decide unirse a Rusia, según los organizadores de la consulta. Dos días después, Putin firma el acuerdo de adhesión a Rusia de Crimea.

Sanciones internacionales y avance de las tropas prorrusas

El Ejército ucraniano se repliega mientras los grupos armados prorrusos avanzan por el este de Crimea. Ciudades como Donestk y Lugansk viven graves disturbios y la población sale a la calle pidiendo un referéndum similar al celebrado en Crimea.

En paralelo, Estados Unidos y Europa acuerdan ampliar sus sanciones contra Rusia. Putin alza su voz a favor de la celebración de elecciones presidenciales para mayo de 2015, a lo que los rebeldes responden con una negativa. La celebración de los referéndums en Donetsk y Lugansk vuelve a dar el sí a la adhesión a Rusia. Como respuesta, se amplían las sanciones contra el Kremlin.

Consecuencias de las elecciones presidenciales en Ucrania

El 25 de mayo de 2014, Petró Poroshenko gana las elecciones presidenciales en Ucrania, mientras continúan los combates. El Ejecutivo de Putin reconocerá al nuevo presidente y se muestra dispuesto a retomar el diálogo con Kiev.

Los prorrusos prosiguen con los combates en las ciudades estratégicas del este, mientras el Consejo de Seguridad de la ONU rechaza la propuesta de diálogo lanzada por Moscú. El G7 hará lo mismo y también dará la espalda a Putin.

Alto el fuego fallido y derribo de un avión comercial

El Ejército ucraniano y los rebeldes prorrusos anuncian un plan de paz que prácticamente no llega ni a materializarse. Los combates no cesan y crece la tensión en la frontera con Rusia.

Un avión malasio se estrella en Donetsk tras ser derribado por un misil y sus 298 pasajeros mueren. Observadores internacionales acuden al lugar del siniestro para investigar lo ocurrido y denuncian falta de movimientos. Los cruces de acusaciones se suceden y Ucrania acusa a Rusia del derribo del Boeing, a lo que Rusia responde con ataques similares.

Rusia responde a las acusaciones internacionales anunciando la interrupción de sus importaciones de productos alimenticios desde la UE.

El conflicto se recrudece

La segunda parte del año 2014 estará marcada por una espiral de tensiones y ataques que no hacen más que recrudecer el conflicto.

Las amenazas sobre el suministro de gas y el impacto externo de los ataques movilizan una vez más a la comunidad internacional, que acelera sus negociaciones.

Las matanzas se suceden en el este de Ucrania y la sociedad civil se convierte en la principal afectada por el conflicto. Ataques indiscriminados contra el transporte o plazas públicas hacen hablar ya de Guerra Civil en Ucrania.

Intensas negociaciones y anuncio de alto el fuego

Tras 17 horas de intensas negociaciones los presidentes de Ucrania y Rusia, con la mediación de Merkel y Hollande por parte de Europa, anuncian un alto el fuego el pasado jueves 12 de febrero.

Lo que pasará a la historia como la cumbre de Minsk deja, de momento, un acuerdo de paz no exento de recelos por parte de todos los bandos implicados en el conflicto.