La Comisión Electoral Central (CEC) de Ucrania confirmó hoy que el magnate Petró Poroshenko será el presidente del país, tras el escrutinio del 90,01 por ciento de los votos en las presidenciales celebradas este domingo.

"El 25 de mayo, fue elegido el nuevo presidente de Ucrania, que una vez acabados todos los trámites jurídicos respectivos será Petró Poroshenko", dijo el jefe de la CEC, Mijaíl Ojendovski, en rueda de prensa.

Poroshenko lidera el escrutinio de las presidenciales con el 54,22 por ciento de los votos.

En segundo lugar se sitúa la ex primera ministra Yulia Timoshenko con el 13 por ciento de los sufragios, seguida del líder del Partido Radical de Ucrania, Oleg Liashko, que obtiene el 8,43 por ciento.

Otros dos de los veintiún candidatos en liza conseguían más del 5 por ciento de los votos: el exministro de Defensa Anatoli Gritsenko (5,42 %) y el ex viceprimer ministro Serguéi Tigipko (5,27 %).

Poroshenko afirmó hoy que espera reunirse con el presidente de Rusia, Vladímir Putin, en la primera mitad de junio y que continuará la operación militar contra los rebeldes prorrusos sublevados en el este del país.

Pero recalcó que la operación "debe ser más efectiva, más corta en el tiempo, y con las unidades mejor pertrechadas".

"Rusia es nuestro mayor vecino. Parar la guerra, llevar la paz a todo el país y la estabilidad al Este sería imposible sin la participación de Rusia. Putin y yo nos conocemos muy bien", aseguró en una conferencia de prensa.

El nuevo líder ucraniano aseguró que dialogar con Rusia es "un paso muy responsable", ya que, "Ucrania ya ha pagado un precio muy alto por la guerra", y recalcó que Moscú ya no tiene excusas para no sentarse en la misma mesa con las autoridades de Kiev.

Ucrania tiene ahora un "presidente fuerte, que cuenta con el apoyo de la gente para defender al país", subrayó Poroshenko, en relación a su victoria con más del 54 por ciento de los votos en las elecciones presidenciales, según los resultados preliminares.

Eso sí, dejó entrever que las negociaciones con el jefe del Kremlin no serán un camino de rosas, ya que insistió en que Kiev nunca reconocerá la anexión rusa de Crimea y no seguirá comprando gas ruso a los actuales "precios de locura".

Por otra parte, fue tajante al afirmar que "no habrá negociaciones con los terroristas" y que "aquellos que se nieguen a deponer las armas no se beneficiarán de la amnistía", en alusión a los milicianos prorrusos que combaten a las tropas gubernamentales en las regiones de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania.

"Los milicianos no tienen interés en hablar con nadie. Al igual que los milicianos somalís, quieren conservar la ilegalidad. Es inadmisible. Los terroristas no representan a nadie, quieren atemorizar a todo el mundo, pues es su única forma de sobrevivir", enfatizó.

En este contexto, Poroshenko subrayó que "ningún país civilizado mantendría negociaciones con terroristas y nosotros somos un país civilizado", y recordó que el apoyo popular de los insurgentes era del 90 al comienzo de la sublevación y que ahora no llega al 50 por ciento.