Más azúcar. Borja Martínez está listo para debutar esta misma noche. Lo haría, y todo indica que lo hará, 24 horas después de completar su segunda sesión de trabajo a las órdenes de Lluís Planagumà. Será una doble presentación: la suya propia con la camiseta blanquiazul y la del resto de compañeros frente a l sector de la grada más hambriento de fútbol. El extremo zurdo, una pieza de mercado codiciada, completa el cupo de refuerzos, al menos en el capítulo de mayores de 23 años. Siete fichajes ha cerrado el club para apuntalar su segundo proyecto con el sello de Portillo, que germina con un objetivo innegociable: el ascenso al fútbol profesional.
Será la sexta tentativa, la segunda que comienza con el mismo entrenador que echó el cierre a la anterior, la primera sin haber sufrido despidos en el banquillo a pesar de no haber cumplido con el único plan que le vale de verdad a un club como el Hércules en Segunda B. Atrás quedan las rencillas, las tiranteces, las chispas de finales de junio que saltaron entre el director deportivo y el preparador barcelonés, que una mañana se desayunó el nombre de su sustituto en la prensa: Pedro Munitis.
Todo eso ya es historia... aunque pesa, porque los latigazos se curan, sí, pero cicatriz dejan. Planagumà, que ha logrado que su jefe le reúna un puñado de fichajes de su entera satisfacción (a casi todos los ha tratado directamente en otros clubes), debe quedarse con Jona Mejía, un delantero que lo tiene todo para triunfar, pero que no triunfa. Acumula más de un año sin marcar, de hecho aún no lo ha hecho como blanquiazul ni en los bolos veraniegos. El reto del técnico será encontrar el modo de que brille porque todo apunta a que, en las primeras semanas, será su única referencia. Jona tenía muy claro que no se marcharía; de hecho, se adueñó del 9 como dorsal fijo para todo el curso.
Para compensar el revés a su plan estratégico inicial, Planagumà sí dispondrá de un jugador específico de banda izquierda, alguien con desborde, velocidad, temple en el pase y ejecución a pelota parada. Todo se lo aportará Borja Martínez, que ha llegado al 100% después de su intento infructuoso de convencer a Parcheta de que su sitio estaba en la Segunda División. Pero no, el burgalés es tozudo y el atacante alicantino no entraba en su dibujo ni como lateral, posición a la que le relegó cuando el futbolista se recuperó por fin de su lesión de rodilla.
La idea de Planagumà, consciente de que la receta conservadora que aplicó el curso pasado requería una revisión forzosa, es evolucionar su 4-4-2 para encontrar el modo de hacer más goles (menos sería...). Dejar solo un punta en el área (Benja) y atacar por fuera con Jesús Alfaro y Borja es la apuesta iniciática. La variable que le falta al sistema general de ataque habrá que construirlo sobre la marcha porque Alejandro Alfaro está llamado a moverse entre líneas y a pelear con Carlos por un hueco en el once que ya no tiene garantizado el máximo realizador del Hércules el curso pasado.
La fuerza y la intensidad de Moha Traoré se antojan más una alternativa ofensiva de segundas partes.
Lesiones
Esta noche, el dibujo se ajustará mucho al deseo del entrenador, pero los protagonistas, no. Las lesiones de Benja (sóleo) y Alejandro Alfaro (tobillo) les deja fuera de la presentación y con muchas dudas para llegar a tiempo al estreno liguero en El Prat del sábado que viene.
La lista de caras nuevas la completan Rubén Ualaloca (portero sub-23); los defensas Felipe Alfonso (lateral derecho) y Rulo (izquierdo); los centrocampistas Yeray González y Moha Traoré; y los delanteros Alejandro Alfaro (hermano de Jesús) y el último en llegar, Borja Martínez.
Sobra una ficha profesional, la de Juli, que sigue negociando su marcha sin excesiva prisa. Entrena con normalidad, pero sabe que no tiene sitio, que si se queda en el equipo no jugará ni un segundo, un trance por el que un jugador de la trayectoria del alcoyano no necesita pasar. No se vestirá... no vaya a ser que se repita lo de Torrellano y acierte a marcar en los menos de 30 minutos que estuvo sobre el césped.
El rival elegido, el UCAM Murcia, también tiene a refuerzos clave en la enfermería: Isaac Aketxe y Manu Justo no jugarán esta noche. Toda la responsabilidad goleadora recaerá sobre Christian Perales, que está aprovechando bien la pretemporada a los ojos de su técnico, Rubén Albés. La figura de Chavero, al que le salió mal su aventura ibicenca tras rechazar al Hércules el verano pasado, es otro buen aliciente para acudir hoy al campo.
