Regresas, aunque en realidad nunca te vas. Regresas porque lo deseas, porque te esperan, porque te llega el momento de demostrar que nunca debiste irte, y que si lo hiciste fue porque te abrieron la puerta de par en par. Vuelves para dejar huella y lo haces después de haber aprendido que fuera de casa el frío cala más; que es muy difícil encontrar un sitio confortable en el mundo, lo efímera que es la felicidad y lo fácil que se hacen hueco en tus rodillas la debilidad y los sustos. En otras circunstancias, 25 años no dan para mucho, en las de un delantero que se tiene que hacer a sí mismo en los intestinos del fútbol pueden parecer una eternidad.
Borja Martínez es rápido para todo. Para regatear, para centrar, para tomar decisiones trascendentes, para actuar. Lo hace de manera intuitiva. El miércoles estaba negociando su salida del Elche y ayer su entrada en el Hércules. En el viaje, trató de equilibrar el golpe, de minimizar daños en la cuenta corriente. Perder dinero con la salida del lujoso ecosistema de LaLiga a cambio de estabilidad en el caucho lacerante de césped artificial que aún colea en la Segunda B. Por eso propuso cuatro temporadas, para crecer y hacer crecer al club de su ciudad.
Con él, Planagumà por fin tendrá al especialista de banda izquierda que reclamaba para optimizar su sistema de ataque. El técnico gana un extremo de calidad inmejorable para la categoría y pierde una excusa, aunque Borja Martínez tenga más fundamentos atacantes que gol. Ha marcado 13 en los 158 partidos oficiales que ha disputado desde que Quique Hernández le hiciera debutar en Segunda en 2013. Casi a club por temporada, el delantero alicantino ha dejado su sello de calidad en el Espanyol B (en dos ciclos diferentes), la Cultural y Deportiva, el Lorca, el Ebro y el Elche, su penúltima parada.
Borja se desenvuelve bien pegado a la línea de cal, dispone de facilidad para interpretar el uno contra uno y goza de una punta de velocidad muy apreciable que, y esto es lo más importante, sabe conjugar con la templanza y destreza que exigen los centros al área, algo en lo que fallaba estrepitosamente su predecesor en esta demarcación específica, José Fran.
El tamiz de Pacheta, más allá de algún quebradero de cabeza en forma de berrinche frustrante, le ha valido para ganar en espíritu de sacrificio, un don muy apreciable en las delanteras actuales, obligadas a activar la primera línea de presión de manera eficaz, algo para lo que se requiere mucha disciplina y buen fondo físico.
Borja Martínez, que ayer discutió con Javier Portillo las leves aristas de su vínculo con el Hércules, regresa para ser importante, para recuperar el crédito que merman las lesiones graves, para demostrar que a intención no le gana nadie, que se puede ser una pieza básica de la producción ofensiva sin un promedio de goles reseñable.
Un regateador infatigable, un asistente solvente y un pateador de pelota parada exuberante es lo que tendrá el Hércules con su último refuerzo, un canterano que, como otros muchos, debió irse a otro planeta para demostrar lo que a otros les cuesta muy poco porque tienen todas las puertas abiertas desde el minuto uno.
Amplían el horario para vender abonos en la víspera de la presentación del equipo blanquiazul
La oficina de tramitación de abonos, situada en el antepalco del José Rico Pérez, abre hoy media hora antes (a las 9.30 horas) para agilizar la venta de pases de temporada y aprovechar el posible tirón que pueda generar el Trofeo Ciudad de Alicante, que se disputa mañana, a las 20 horas. El partido frente al UCAM Murcia será gratuito para los socios, de ahí que el club adopte esta medida. Lo que no varía es el acceso, muy peligroso por el avanzado estado de deterioro que sufre la moqueta que cubre por completo el tramo de escaleras.
