El Hércules consigue lo que parecía más difícil: retener a Pablo Íñiguez. El central burgalés, pretendido por clubes de superior categoría, ha rechazado el brillo y la pompa que desprende el fútbol profesional por saberse importante en un proyecto que le tiene a él como una pieza indivisible de su columna vertebral. Íñiguez responde a un perfil poco habitual y muy perseguido por los directores deportivos, de ahí la relevancia de su renovación. El nuevo contrato le vincula al conjunto alicantino dos temporadas más, hasta el 30 de junio de 2021.

Tras su paso por el Reus y su cesión al Hércules, Pablo Íñiguez (Burgos, 20 de enero de 1994) quedó libre y el Hércules ha dado máxima prioridad a la extensión de su vínculo contractual. Criado en la cantera del Villarreal CF, equipo con el que llegó a debutar en Primera División, Pablo ha sido Internacional en todas las categorías inferiores de la selección española. En Segunda División ha militado en el Girona (2014/15), Rayo Vallecano (2016/17) y Reus (2017/18). Con el Villarreal CF B realizó una brillante temporada en la campaña 2015/16, jugando 32 partidos y siendo titular indiscutible en la zaga del mini submarino.

El director deportivo del Hércules, Javier Portillo, afirmó que la continuidad de Íñiguez es una gran noticia para el Hércules: "Nuestra idea es mantener el bloque de la pasada temporada y el fichaje de Pablo íñiguez era una prioridad. Afortunadamente lo hemos conseguido. Agradezco a Pablo su esfuerzo y compromiso. La pasada temporada ya demostró de lo que es capaz como futbolista. Tiene gran salida de balón, gran calidad técnica y rapidez, y a sus virtudes se suma el compromiso que nos ha demostrado".