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Benja quita hierro al Barakaldo

El Hércules empata en Lasesarre en un partido al que entró frío pero en el que se repuso tras el descanso - Antonio Sánchez adelanta a los fabriles tras un rechace en el primer cuarto de hora y los blanquiazules igualan con un gol calcado

Benja quita hierro al Barakaldo

Este Hércules diésel sigue dejando buenos síntomas. Camuflado de equipo norteño, con imponente presencia y fe ciega en el balón parado, los blanquiazules golpean primero en el inicio del play-off de ascenso. La ventaja con la que salieron ayer de Lasesarre es mínima, pero cuando el árbitro pite el comienzo del partido de vuelta quien tendrá urgencias será el Barakaldo.

El Hércules apareció tarde, pero entró a tiempo en un partido de trazo grueso, sin grandes alardes y en el que pronto arreó el Barakaldo. Presencia territorial sin demasiados estragos en el área de Falcón hasta que Antonio Sánchez enganchó con paciencia un rechace en la frontal en el primer cuarto de hora de juego. Un remate de interior ajustado al poste que afeaba la primera visita del Hércules al coqueto Lasesarre, engalanado como en sus mejores citas y con la presencia de unos doscientos herculanos.

Un Barakaldo globalizado, con solo tres vascos en el once, no perdió su sello fabril y obligó a los alicantinos a apretar las correas. Los inquietos Jurgi y Villacañas amenazaron sin éxito tras el 1-0, principalmente tras una mala entrega de Juanjo hacia detrás, pecado venial en un Hércules que trataba de alzar el vuelo.

Alfaro lideró la reconstrucción desde banda izquierda, escoltado por Adrián Jiménez en el lateral, única sorpresa en la alineación de un Planagumà que le fía siempre citas de alto caché.

A los 38 minutos Alfaro recortó hacia adentro y envió un gran disparo que Viorel blocó en dos tiempos. Poco antes Carlos Martínez, desasistido durante la primera mitad, buscó un caracoleo infinito en la frontal que poco rédito dio.

El Hércules, con un potencial dorado, fue en segunda en buena parte del primer tiempo, pero salió del descanso consciente de ello. Con más coherencia, pero con el tradicional fútbol directo que le ha llevado hasta el play-off, merodeó el área del Barakaldo. Un acoso tibio, pausado, pero pertinaz. El monólogo lo inició Samuel, líder de la defensa blanquiazul en un año de campanillas. El central alicantino remató a las manos del portero del Barakaldo una falta lateral, maná habitual del Hércules de Planagumà. En apenas tres minutos los remates al marco vasco se sucedieron casi por inercia.

Una catarata mansa de disparos que, no obstante, arrugaron a un Barakaldo que pagó los buenos excesos del primer tiempo. A Samuel le sucedió Adrián Jiménez, que probó suerte a la salida de un córner como hiciera en el Mini Estadi hace quince días, pero el disparo terminó de nuevo en córner. Un saque de esquina que volvió a encontrar aliado en Samuel, pero cuyo destino fue igual de inútil. Hubo réplica del equipo fabril, pero Villacañas, algo escorado, envió alto.

Susto al margen, el Hércules había encontrado el ritmo y no lo soltó hasta el final. Sostenido en la medular por Fran Miranda, la escoba para remendar borrones, el Hércules se desmelenó. Carlos Martínez y Benja comenzaron a sentirse protagonistas y conectaron varios remates puestos con maldad desde la banda por Pol Roigé y Juanjo Nieto.

En el 73' hubo diana. El Hércules pagó con la misma moneda que el Barakaldo y Benja remachó a la red un balón bombeado que salió escupido por la defensa vasca hacia la frontal. El ariete catalán, de primeras, ajustó al poste y el moldavo Viorel hizo la estatua.

El Hércules encontraba el camino en un partido que inició con racanería. Buena parte del mérito del empate la tuvo Falcón, que hizo una parada de nivel a Barbosa, que había entrado desde el banquillo.

Una cabriola de Carlos Martínez, con sombrero incluido, buscaba a Juli, el eterno relevo de este Hércules, pero el balón no llegó a buen puerto. El partido murió en el área de un Barakaldo exhausto. Diego Benito ejecutó con firmeza una falta directa de la que se deshizo con apuros el portero local y el partido apenas dio un par de coletazos sin rumbo.

Un Hércules práctico, con alguna laguna evitable en el primer tiempo, coge ventaja en una eliminatoria que prosigue este domingo en el Rico Pérez. El conjunto blanquiazul dio síntomas fiables en la segunda parte, volvió a parecerse a ese grupo compacto y apenas penetrable que ha sido durante este esprint final de Liga regular.

El Barakaldo, histórico equipo habituado a la fuerza a la Segunda División B en los últimos tiempos, no le perdió la cara al encuentro. Su técnico, el exfutbolista Aitor Larrazabal, celebró el tuteo al Hércules, al que no esquivó halago.

Para el partido de vuelta el Hércules podrá contar con el extremo jienense Chechu Flores, el capitán, que apura su puesta a punto tras una lesión muscular. Nani también podría volver al once, desbancado con frecuencia por Adrián en partidos antipáticos lejos de Alicante.

El partido comenzó con un reencuentro dulce entre Joseba Betzuen y Dani Ruiz-Bazán, protagonistas del Barakaldo-Hércules de 1974 en el viejo Lasesarre. Planeta Hércules emite esta noche la entrevista, tras un amplio resumen del partido.

El Hércules quitó hierro a una eliminatoria de altos hornos que el Barakaldo lideró durante 73 minutos. El Rico Pérez coge el guante y entrará el domingo en ebullición.

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